En congruencia con la estrategia económica definida en el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, la conducción de las finanzas públicas en se ha caracterizado por la disciplina y la responsabilidad presupuestal, pues sólo de esta manera la política fiscal ha contribuido a la consolidación de la estabilidad macroeconómica y financiera así como a reducir la vulnerabilidad de la economía nacional ante cambios en las condiciones del ámbito internacional. Un entorno de estabilidad económica, además de dar certidumbre a las familias sobre su patrimonio y el poder adquisitivo de sus ingresos, favorece el crecimiento económico; las empresas y los individuos concentran su energía y creatividad en encontrar formas de desarrollarse, dar mayor empleo y, en general, de hacer mejor su trabajo y emprender proyectos de mediano plazo.
Las metas en materia de finanzas públicas propuestas para el año 2006 se encuentran en línea con las proyecciones presentadas en el escenario inercial contenido en la política económica de la administración foxista. Así, se plantea obtener un superávit equivalente al 0.2 por ciento del PIB.
El resultado fiscal propuesto persigue los siguientes objetivos:
– Reducir la presión del sector público sobre los mercados crediticios. Aunque en 2006 se obtendrá un superávit público, los costos financieros, que el sector público absorbe una proporción importante de los recursos financieros de la economía.
– Hacer frente de manera ordenada a las presiones fiscales. En ausencia de una reforma fiscal, las crecientes obligaciones que enfrentan las finanzas públicas en el corto y mediano plazos, asociadas principalmente al pago de pensiones y de las necesidades de inversión pública y al aumento del gasto social, hacen necesario realizar un ajuste presupuestario con el fin de absorber estas obligaciones de manera gradual.
– Consolidar la credibilidad de la política fiscal. La obtención del superávit público tradicional permite expandir la capacidad potencial de crecimiento del país y, al mismo tiempo, propiciar un entorno estable a través de una conducción responsable de la política económica. Asimismo, al reducirse la absorción de recursos por parte del Estado disminuye la presión sobre el mercado crediticioy se reducen las tasas de interés en beneficio de los sectores público y privado.
Aprovechar los elevados precios del petróleo para reducir la deuda pública. Es conveniente señalar que, derivado de la evolución reciente de los mercados internacionales de energéticos, los ingresos petroleros del sector público son atípicamente elevados. Por ello es necesario obtener un superávit en las finanzas públicas y así disminuir la deuda pública y consolidar la posición financiera, con el fin de poder ajustarse sin sobresaltos a la eventual reducción del precio del petróleo.
Como ha sido práctica desde 1998, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2006 contiene estabilizadores automáticos que garantizan la consecución de los objetivos fiscales en caso de que las variables que influyen en el comportamiento de las finanzas públicas evolucionen de forma distinta a la anticipada.