Las organizaciones tienen diversos motivos para contratar a gerentes con experiencia. Un puesto recién creado podría requerir a un gerente con experiencia, que no existe en la organización; la organización tal vez no cuente con la persona capaz de ocupar un puesto; un puesto clave podría quedar vacante antes de que haya habido tiempo de preparar a un sustituto; o se podría buscar a un experto, de una organización competidora, con objeto de mejorar la posición competitiva de la propia organización.
El gerente experimentado, que es candidato para su selección, suele pasar por varias entrevistas antes de ser contratado. Sus entrevistadores, casi siempre, son gerentes de los niveles altos, que tratan de evaluar lo idoneidad del candidato. y su desempeño pasado.
Los entrevistadores tratan de determinar la medida en la que el candidato encaja dentro de su concepción de cómo debe ser un buen gerente y en cuán compatibles son la personalidad del candidato, su experiencia pasada, sus valores personales y su estilo de trabajar con la organización, así como su cultura.
Los gerentes sin experiencia, o los que están siendo entrenados, ya que tienen potencial administrativo, suelen ingresar a la organización cuando salen de la universidad. Su desempeño en los puestos de ingreso influye, notablemente, en la gama de oportunidades administrativas que estarán a su alcance.
La mayor parte de las evaluaciones de posibles gerentes que acaban de salir de la universidad empieza por un repaso de sus calificaciones escolares. Otros aspectos de sus antecedentes escolares pueden ofrecer ciertos datos sobre capacidades no académicas, por ejemplo, su habilidad para relacionarse con otros, sus cualidades para el liderazgo y su capacidad para asumir responsabilidad.
Por último, al igual que en el caso de los gerentes con experiencia, los posibles administradores pueden ser sujetos a arduas entrevistas, a fin de determinar si cuentan con los elementos que los entrevistadores consideran un estilo personal adecuado para un gerente.