Una de las áreas más importantes de la dependencia internacional del Tercer Mundo se encuentra en el campo de la ciencia y la tecnología. Esto es así porque el proceso de avance científico y tecnológico en todas sus etapas, incluidos la investigación básica y aplicada y el desarrollo experimental de maquinaria y equipo, se ha concentrado y sigue concentrándose en gran medida en los países más ricos del mundo. Casi 98 por ciento del gasto mundial total en ciencia y tecnología se origina en los países económicamente desarrollados.
Esto no constituiría un problema en realidad sería una ventaja obvia para los países pobres si no fuese por el hecho de que los problemas científicos y tecnológicos más importantes para los países desarrolla. dos no lo son para los países menos desarrollados. Estos países menos desarrollados necesitan con urgencia técnicas eficaces de producción que aprovechen al máximo sus dotaciones abundantes de mano de obra y sus cantidades limitadas de capital. Pero la investigación y el desarrollo experimental de los países ricos se especializan en métodos y procesos que economizan la mano de obra, para aprovechar sus dotaciones abundantes de capital físico y de conocimientos científicos.
En otras palabras, para dos tercios de la población mundial, el 98 por ciento de la investigación tecnológica mundial se concentra en problemas sin importancia, en la utilización de métodos errados para producir resultados errados (por ejemplo, la importación de tecnologías extranjeras se traduce a menudo en un aumento, en lugar de una disminución, de los niveles de desempleo). Para los países del Tercer Mundo que no tienen ni los recursos ni la capacidad necesarios para el desarrollo de. sus propias tecnologías más “adecuadas”, esta dependencia casi garantiza que los países más pobres estarán en desventaja competitiva con los países ricos en la fabricación y venta de muchos productos. Analizamos esta cuestión vital en varios lugares de la Segunda Parte, sobre todo en el capítulo XIII, cuando exploramos la relación existente entre la transferencia de tecnología y el problema del empleo en los países menos desarrollados.