Guerra fría, causas

Concepto

La guerra fría describe el período de la larga y abierta rivalidad que ideológicamente y con una forma diferente de ver el mundo enfrentó a los Estados Unidos y a la Unión de Repúblicas socialistas soviéticas, con sus respectivos aliados, tras la segunda guerra, utilizando la intimidación, la propaganda, la subversión, la guerra local, además de que no sólo abarcó el aspecto político y militar sino el económico, el cultural, el deportivo y el científico.

Causas

La segunda guerra mundial produjo una verdadera transformación en las relaciones entre las naciones Europa Occidental, centro del podería mundial durante siglos, estaba físicamente destrozada y económicamente debilitada.

Las cuatro principales potencias de la preguerra: Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia, estaban enormemente debilitadas y no se encontraban en condiciones de liderar al viejo continente, mucho menos al orbe.

Los Estados unidos y la URSS no supieron ponerse de acuerdo acerca de la reordenación del mundo, pues representaban dos formas de organización política, económica y social muy diferentes. Para los Estados Unidos, los gobiernos debían garantizar el ejercicio de la democracia, de las libertades individuales, la existencia de organizaciones políticas y sindicales y la libertad ideológica.

Para la Unión Soviética, en cambio, los gobiernos de occidente eran los representantes de un imperialismo económico basado en la explotación, que no garantizaban la igualdad de oportunidades y la justicia social.

Durante los días 4 al 11 de febrero de 1945 se reunieron en Yalta, Ucrania, en el Placio de Livadiya, las principales potencias militares del mundo, representadas por “Los Tres Grandes”. Ahí se discutió y se acordó reelaborar la estrategia militar aliada y asuntos y la estrategia militar aliada.

Conferencia de Potsdam

Reunión de los más altos dirigentes gubernamentales de Estados Unidos, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y el Reino Unido, celebrada a raíz de la rendición incondicional de Alemania en la II Guerra Mundial. El encuentro se desarrolló en la ciudad alemana de Potsdam, cercana a Berlín, desde el 17 de julio hasta el 2 de agosto de 1945. Su objetivo fue la puesta en vigor de las medidas acordadas anteriormente en la Conferencia de Yalta (febrero de 1945).

Estados Unidos estuvo representado por su presidente, Harry S. Truman; en tanto que el delegado de la URSS fue su máximo dirigente, Iósiv Stalin; y el Reino Unido envió inicialmente al primer ministro Winston Churchill y más tarde al nuevo primer ministro, Clement Richard Attlee.

Las decisiones que tomaron los participantes en la reunión fueron emitidas en un comunicado —conocido como el Acuerdo de Potsdam— al concluir la Conferencia el 2 de agosto. Alemania quedó dividida en cuatro zonas de ocupación militar, administradas por los comandantes de Estados Unidos, la URSS, el Reino Unido y Francia bajo la dirección de un Consejo de Control, formado por estos cuatro estados, para resolver las cuestiones que afectaran a todo el país, en especial, el desarme completo de los alemanes, y que se disolvería cuando se creara un gobierno alemán estable.

Se decidió que las cuatro potencias que ocupaban Alemania recibieran las reparaciones de guerra de las zonas que se les había asignado; sin embargo, se acordó que la URSS obtuviera compensaciones adicionales por ser la potencia que había sufrido más pérdidas.

El 26 de julio, los gobiernos de Estados Unidos, el Reino Unido y China lanzaron un ultimátum (conocido como la Declaración de Potsdam) al gobierno de Japón, ofreciéndole la posibilidad de someterse a una capitulación incondicional o arriesgarse a una aniquilación total.

Aunque la Conferencia de Potsdam fue considerada un éxito, muchos de los acuerdos alcanzados se incumplieron en el plazo de un año a causa de la creciente tensión y alejamiento entre los gobiernos de Europa occidental y la URSS que presagiaron el comienzo de la llamada Guerra fría.

Doctrina Truman

Fue una medida política que establecía que los Estados Unidos podían dar apoyo a “personas libres que están resistiendo los intentos de dominio por minorías armadas o por presiones exteriores”, siendo estas directrices de ferviente tendencia anticomunista dado el contexto en el que se hallaban, ocasionalmente hasta el punto de un fanatismo persecutorio de cualquier movimiento en el marco de izquierda política.

Su denominación se debe al presidente Harry S. Truman, quien hizo la proclamación de esta doctrina en su comparecencia ante el Congreso el 12 de marzo de 1947, estando por entonces en curso la crisis de la Guerra Civil Griega (1946-1949). El Gobierno británico había notificado a la Casa Blanca que no podía continuar apoyando al gobierno griego contra las guerrillas comunistas ni podían ayudar económicamente a Turquía.

La doctrina se promulgó específicamente con el ánimo de proporcionar soporte intervencionista a gobiernos que resistían frente al comunismo. Truman insistió en que si Grecia y Turquía no recibían la ayuda que necesitaban, podían caer inevitablemente en el comunismo, siendo el resultado un efecto dominó de aceptación del comunismo en la región.

Tras su promulgación se concedieron 400 millones de dólares en ayuda económica y militar para Turquía y Grecia.