Periodo preclásico

Contenido: Introducción. Etapas de periodo preclásico. Características generales del periodo preclásico. Aldeas y centros ceremoniales ( 1 500 a.C.-50 d.C. ). Centros ceremonioles y centros urbanos (a partir de 50 d.C. ).

Introducción

El Periodo Preclásico abarca aproximadamente desde los años 2500 a.C., fecha probable de la elaboración de la primera cerámica mesoamericana; hasta el 200 d. C., en que se consuma la caída de Cuicuilco y tiene lugar el florecimiento de Teotihuacan. A lo largo de este periodo se da un proceso de evolución de las sociedades agrícolas igualitarias hacia unas más estratificadas que concluirán con la formación del Estado teotihuacano.

Etapas de periodo preclásico

Rasgos culturales sobresalientes en el preclásico inferior

Se han detectado rasgos y elementos culturales muy semejantes en distintas regiones de centro y sur de México; así como también la aparición de determinadas manifestaciones de carácter regional.

Algunos de los sitios explorados y que han aportado evidencias del preclásico inferior son: Chiapa de Corzo, Altamira, Edzná, Tierras Largas, etcétera.

Entre las características de lo que ocurría al iniciarse dicho periodo encontramos la propagación de aldeas; el incremento de la agricultura, con una paulatina dependencia en los cultivos para subsistir; y la aparición de la cerámica.

Las aldeas estaban constituidas por agrupaciones de chozas de materiales perecederos. Cultivaban frijol, chile, calabaza y maíz. Elaboraban faldas y otras prendas de vestir utilizando las fibras del maguey y el algodón. La producción de cerámica era la principal forma de industria, abarcaba desde la elaboración de vasijas (para el uso diario) hasta múltiples figurillas. Algunas de estas últimas eran representaciones de personajes femeninos, quizás relacionados con el culto a la fertilidad.

El preclásico medio y el nacimiento de la alta cultura

Hacia el 1 300 a.C., en la zona de las costas del Golfo (entre Veracruz y Tabasco), se inicia con mayor intensidad y amplitud una serie de cambios culturales: la alta cultura olmeca, alcanza su máximo esplendor y una extraordinaria capacidad de difusión; dicha situación va a prolongarse hasta los primeros siglos del preclásico superior.

Los olmecas habitaron en Teopantecuanitlán, Guerrero y en las costas del Golfo de México, en el área comprendida entre los ríos Papaloapan y Tonalá, así como los lugares adyacentes del sur de Veracruz y oeste de Tabasco.

Esta última región está formada por una planicie atravesada por caudalosos ríos que durante la época de lluvias causan frecuentes inundaciones. Estos elementos físicos influyeron de diversas formas en las características y el desarrollo del pueblo olmeca.

La palabra olmeca se deriva del término náhuatl olmécatl, que significa “habitante de la región de hule o caucho”. Se desconocen sus orígenes étnicos y la lengua que hablaban. Sin embargo, se ha afirmado que dichas personas estaban emparentadas con otras de lenguas mayenses.

El culto religioso, que se evidencia en los centros ceremoniales, manifiesta la existencia de un sacerdocio jerarquizado. Entre los principales dioses encontramos la tantas veces representada deidad del Jaguar (posteriormente se convirtió en TIáloc dios de la lluvia de los teotihuacanos).

Asimismo, se han encontrado numerosos testimonios de un temprano culto a la serpiente (anticipo de la veneración a Quetzalcóatl). Rendían culto a sus muertos. Al parecer hubo sacrificios de niños; y existía, con carácter ritual, el juego de pelota.

Con respecto al área del pensamiento, los olmecas asociaron con determinados colores los distintos rumbos de universo; dominaron disciplinas como la astronomía y las matemáticas.

A los olmecas se les atribuye un hondo sentido de planificación. Sus centros ceremoniales pueden ser considerados como uno de los vestigios más antiguos de una concepción de incipiente urbanismo en Mesoamérica.
Los sitios arqueológicos más sobresalientes son: La Venta (Tabasco), San Lorenzo y Tres Zapotes (Veracruz).

El preclásico superior y la asimilación de la influencia olmeca

En esta etapa se da la primera consolidación de Mesoamérica como área cultural. Brotan nuevos y profundos cambios entre diversos pueblos de lenguas y orígenes diferentes, lo anterior gracias a la influencia proveniente sobre todo del ámbito olmeca.

Es en Monte Albán, Oaxaca, y en las tierras habitadas por gente de filiación mayense, donde la influencia olmeca dejó la más honda y rica huella.

En la región central aparece una organización social más compleja: surge la distribución del trabajo, así como la formación de una jerarquía religiosa.

La religión se hace cada vez más compleja. Comienzan a adorar deidades como TIáloc, el dios de la lluvia, y el que habría de conocerse más tarde con el nombre de Huehuetéotl, “dios viejo” o señor del fuego.

Resumiendo, la etapa preclásica abarca más de dos mil años. Se nos presenta como un periodo acelerado de grandes cambios. Los grupos que conocen ya la agricultura experimentan transformaciones sucesivas y cada vez más importantes.

Durante el periodo preclásico inferior surgen las aldeas, así como la producción de cerámica. En el preclásico medio florece la cultura olmeca, que se caracteriza por logros antes no conocidos, como el establecimiento de centros ceremoniales planificados y con grandes edificaciones, la creación artística (escultura, trabajos de jade, etc.), más compleja organización social, religiosa y política, los inicios de la escritura y el calendario, y la capacidad de difusión por diversos medios.

Dentro del preclásico superior aparecen nuevos focos culturales en las regiones central, del Golfo, oaxaqueña y del mundo maya, siendo ya antecedentes del esplendor clásico.

Características generales del periodo preclásico

El horizonte o periodo preclásico abarca el largo lapso que va aproximadamente desde el 2 300 a.C. hasta los primeros años de la era cristiana.

Para realizar las investigaciones de las distintas etapas, los arqueólogos han dividido al territorio que llegó a ser parte del México independiente, en función de la cantidad de cuerpos de agua naturales, así como de diversos factores físicos y culturales, en dos zonas: Aridoamérica y Mesoamérica.

Aridoamérica

Comprende lo que actualmente es la península de Baja California y la porción de México al norte y este de una línea formada por las estribaciones orientales de la Sierra Madre Occidental. Teóricamente, los límites entre Mesoamérica y Aridoamérica fueron los ríos Pánuco, Sinaloa y Lerma.

En las tierras norteñas persistía la organización social llamada “cultura del desierto”, es decir, de quienes vivían en regiones semiáridas. Sus pobladores se alimentaban de la recolección de frutos, de la caza y de la pesca.

Se conformaban por pequeños grupos con escaso o nulo incremento numérico. Su instrumental era tosco y nada abundante formado por: raspadoras, machacadoras, piedras para moler, lanzadardos, entre otros. Entre sus creaciones artísticas se encontraba la cestería y la elaboración de primitivos petates.

Los grupos nómadas que habitaban la región de Aridoamérica eran designados con el nombre genérico de chichimecas; era gente muy belicosa; las armas que tenían era el arco y la flecha, eran diestros en su manejo y tenían excelente puntería.

Mesoamérica

Se extiende por el centro y sur de lo que actualmente es el territorio mexicano hasta Costa Rica. Al tiempo de la conquista española, tenía como fronteras norteñas las zonas limitadas por los ríos Sinaloa (noroeste) y Pánuco (noreste), en tanto que en la parte central no rebasaba la cuenca del río Lerma. El extremo sur de Mesoamérica lo marcaban el río Motagua que desemboca en el Golfo de Honduras, en el Atlántico, las riberas meridionales del lago de Nicaragua y la península de Nicoya en Costa Rica.

El vocablo Mesoamérica posee una doble significación: geográfica y cultural.

– Cultural: al hablar de Mesoamérica se abarca el territorio en el cual comenzaron a desarrollarse nuevas creaciones y más complejos sistemas de organización social, económica, religiosa y política, que habrían de culminar con la aparición de niveles de alta cultura y civilización.

– Geográfica: el hecho de que semejantes procesos de creación y transformación se iniciaran y se difundieran en el ámbito geográfico situado entre las grandes masas territoriales del norte y del sur del continente explica, la adopción del término Meso-América, en cuanto a zona nuclear que se halla “en medio”.

Entre los principales elementos que caracterizan la transformación cultural del periodo preclásico en la zona mesoamericana, encontramos:

– La práctica de la agricultura, cada vez más amplia y diversificada.
– La producción de cerámica, con tendencias a mejores formas.
– La aparición de aldeas, que pasan a convertirse en villas o poblaciones mayores.
– Los indicios de la división del trabajo.
– Aparición del comercio.
– El enriquecimiento del instrumental técnico.
– La producción de textiles y tejidos.
– El surgimiento de complejas creencias religiosas.

Aldeas y centros ceremoniales ( 1 500 a.C.-50 d.C. )

En este periodo fue fenómeno común en toda el área mesoamericana la unión de grupos de aldeas bajo el control de una de ellas convertida en centro ceremonial. Las formas del acceso a la tierra y del trabajo deben haber seguido en lo fundamental como en el periodo anterior.

Las innovaciones se encuentran sobre todo en la organización política, en los conceptos religiosos, y en las relaciones de unas regiones con otras, todo lo cual debe haber estado respaldado por »leyes» (usamos este término en un sentido muy amplio) tanto intemas cuanm » internacionales ».

Sin embargo se desconoce el contenido preciso de estas leyes, su alcance y el tipo de sanciones que recibían sus infractores.

Las relaciones entre los miembros de una tribu seguían estando basadas en el parentesco. Al parecer la sociedad era en esencia igualitaria, reconociéndose diferencias marcadas por la edad, el sexo y, sobre todo, la relación asimétrica de parentesco.

Había sin embargo una excepción al igualitarismo: algunos »hombres poderosos» (y tal vez sus familias) tenían una posición destacada y algunos privilegios, así como obligaciones especiales que serían mayores para el hombre más poderoso, el que vivía en el centro ceremonial.

Los hombres poderosos, ahora hombres-dioses, pueden haber ejercido la fuerza física para corregir a quienes contravenían las reglas del comportamiento socialmente aceptado, pero es más probable que su autoridad fuera sobre rodo moral, respaldada además por los dioses o seres sobrenaturales, por lo que normalmente sería aceptada sin más.

Por debajo de esta autoridad suprema es posible que hubiera una jerarquía de poder o autoridad. Al jefe de la tribuna seguirían en mando los jefes de aldeas dependientes (muy posiblemente con los mismos rasgos que el jefe supremo, pero en escala local y reducida), a quienes están sometidos los cabezas de familia y la demás gente.

Tal vez fuera más correcto hablar de un derecho interno e internacional que de «leyes», aunque se entrecomille esta palabra. Sin embargo, al usarla se ha querido indicar la fuerza que muchas de las normas sociales regían porque se les consideraba dictadas por lor dioses.

Centros ceremonioles y centros urbanos ( a partir de 50 d.C. )

La designación de este periodo implica un grado de organización política, social y religiosa más complejo que en periodos anteriores, como se desprende fácilmente de los restos arqueológicos.

Si dieron también ciertos cambios en la estructura de la base alimenticia, pues se desarrollaron sistemas variados de irrigación y formas de intercambio a distancia.

Una vez establecido, el patrón cultural mesoamericano no sufrió ya grandes cambios antes del derrumbe producido por la conquista europea, pero hay datos indicativos de diversas transformaciones sociopolíticas de indudable importancia y puede presumirse que éstas fueron acompañadas de cambios en las » leyes », aunque no podamos precisar su contenido.

Los cambios y transformaciones a que hemos hecho referencia permiten a los arqueólogos reconocer una subdivisión de este periodo en tres fases temporales usualmente denominadas el clásico, el preclásico y el postclásico, en referencia a los logros artísticos; aquí, sin abandonar esta terminología llamaremos a las tres fases, respectivamente, de los imperios teocráticos, de la reorganización territorial y política y de los imperios y señoríos militares.

Fuentes: wikipedia.org / mailxmail.com / oregon.conevyt.org.mx / diputados.gob.mx / oregon.conevyt.org.mx