Las transferencias tienen varios propósitos. Se usan para que las personas adquieran más experiencias laborales, como parte de su desarrollo, y para ocupar los puestos vacantes cuando se presentan.
Asimismo, las transferencias se usan para mantener abiertos los grados de los ascensos y para mantener a las personas interesadas en su trabajo. Por ejemplo, muchos gerentes medios se quedan en un plano sencillamente porque no hay espacio para todos ellos en la cima.
Estos gerentes pueden, ser trasladados a otros puestos con el objeto de mantener su interés y su motivación por el trabajo. Por último. los empleados que no están obteniendo los resultados que se espera de ellos, pueden ser transferidos a otros puestos, sencillamente, porque un gerente de mayor nivel no se decide a degradarlos o despedirlos.
No obstante, es cada vez más frecuente que los empleados rechacen las transferencias, porque no se quieren mudar con todo y familia ni poner en peligro la carrera de su cónyuge.
No importa cuán dolorosa sea la decisión de despedir a una persona, la lógica de la planificación de los recursos humanos requiere, con frecuencia, que ésta se tome. (Es interesante señalar que una cantidad asombrosa de personas que rendían poco en una empresa se convirtieron en todo un éxito en otra.)
Union Carbide ha abordado las medidas disciplinarias aplicando una medida alternativa que se conoce como “disciplina positiva“. Cuando se presentan problemas en el trabajo, el supervisor se enfrenta al empleado.
Aunque los incidentes ulteriores se abordan cada vez con más severidad, la sanción no es la respuesta inicial. Por ejemplo, la primera vez que ocurre un incidente, quizá se pida al empleado que se tome un día (con goce de sueldo) para meditar en lo ocurrido. Por otra parte, la disciplina positiva fomenta el reconocimiento de los resultados positivos por parte de los empleados.
Como se ha dicho, la tendencia acelerada hacia la reestructuración, dentro del ambiente turbulento de hoy que existe una competencia creciente, ha contribuido a un aumento en la cantidad de despidos. En consecuencia, algunas compañías ofrecen servicios de colocación en el exterior, con el propósito de ayudar a los empleados despedidos a que encuentren nuevo empleo.
Cada vez resulta más importante que los gerentes establezcan -y sigan al pie de la letra-una política para las liquidaciones. Durante muchos años se aceptó la doctrina de que los gerentes podían despedir a discreción. Sin embargo, gracias a actos judiciales y legislativos, los empleados han ido ganando una serie de derechos complejos.
En consecuencia, hay cada vez más compañías que están enfrentando acusaciones de “liquidación injustificada” en tribunales que, al parecer, consideran que los empleos son una forma de contrato legal o un bien, con derechos más o menos iguales. Los juicios sobre la liquidación injustificada se oponen a la doctrina del empleo “voluntario” que aplican muchas jurisdicciones.
Los procedimientos formales de querella son comunes tratándose de disputas sobre disciplina y de documentar su solución.