En las compañías de hoy, la interacción con otras personas es un ingrediente esencial para llevar a cabo la mayor parte de las tareas. Quizá la mejor forma de capacitar para este tipo de interacción es a través de la simulación de papeles.
Como en los casos de estudio, la simulación de papeles debe basarse en situaciones reales que el alumno enfrentará in su trabajo: por ejemplo, tratar a un cliente, resolver una diferencia entre los miembros del equipo, o realizar una revisión de desempeño.
La simulación de papeles debe ser divertida, pero sí únicamente es divertida y no una experiencia de aprendizaje, sólo servirá para perder tiempo.
Para ser eficaz, una simulación de papeles debe estructurarse con cuidado. Los estudiantes deben conocer las metas del ejercicio, y cada uno de ellos debe recibir un papel específico, pero no tendrán un librito. Improvisar logrará que la representación sea más espontánea y permite flexibilidad, pero hay que establecer límites con el fin de que los alumnos no se alejen de las metas propuestas.
Para que participen todos, no solamente los que van a representar un papel, asigne cada rol a un grupo de personas. El grupo estudiará y analizará cómo debe interpretarse cada uno. Luego se elige a un miembro de cada grupo para actuar.
Los otros ayudarán con consejos. Por ejemplo, sí el que representa el papel de un entrevistador que va a contratar a alguien olvida una pregunta clave, a los demás miembros del grupo se les permite intervenir y hacerla.
Después de terminar la simulación de papeles, todos los grupos critican lo que se transmitió y analizan lo aprendido de esa experiencia.