Es uno de los valores que fundamentan la democracia y significa dar a cada una de las personas lo que necesita, merece o le pertenece de acuerdo con sus derechos o su razón.
Para ser justo se debe tomar en cuenta que nadie está por encima de la ley y que las leyes no se deben cambiar o modifica para favorecer a una persona por su sexo, creencia religiosa, posición social, etcétera.
Conducirse con justicia también significa respetar, en todo momento, la dignidad e integridad personales y actuar con rectitud, honestidad, conciencia o razón con respecto a los demás.
Una actitud justa no sólo debe reflejarse en aplicación de las leyes, sino también en el trato cotidiano. La justicia es un valor y un principio humano que, a través de la experiencia, se regula con la intención de que cada quien tenga lo que corresponde.