El punto y seguido (.) se emplea cuando el enunciado anterior se relaciona con el siguiente:
La tierra y el clima de México son variados. La producción de sus campos también es muy variada.
El punto final o punto y aparte (.) se usa para concluir lo que se ha escrito:
Don Juan de la Granja estableció el telégrafo de México.
La coma (,) se usa para separar palabras en las enumeraciones:
El café, el tabaco, el cacao, la caña de azúcar y la vainilla son productos tropicales.
También se utiliza para separar frases:
Vías férreas, caminos carreteros, etcétera, todo al servicio de México.
Para señalar el vocativo:
Te prometo, hermano, que cumpliré mi ofrecimiento.
Y en las oraciones explicativas:
La tierra, para que produzca buenas cosechas, hay que abonarla.
El punto y coma (;) se usa para separar enunciados largos:
Llegó la alegre primavera; los árboles se cubrieron de verdes hojas.
Y antes de los enlaces pero, más, aunque:
Ellos se prepararon para el concurso de ciclismo; pero el mal tiempo impidió que ganaran.
Los dos puntos (:) se usan cuando se expresa un juicio y se comprueba enseguida con una o más
Cláusulas:
El vicio es pernicioso: embota las facultades, arruina a la familia y trae desprestigio.
Al empezar cartas y discursos después del vocativo:
Estimado amigo:
Señoras y señores:
Queridos papás:
Al citar palabras textuales:
Plauto, poeta latino, dijo: “El que no piensa en sus deberes, sino cuando se los recuerdan, no es digno de la menor estimación”.
Antes de una enumeración:
México vende al extranjero los siguientes productos: petróleo, plata, maderas finas y frutas.
Las comillas (“ “) se usan para resaltar una frase, títulos, pensamientos ajenos, palabras mal usadas, pseudónimos, palabras que se usan para hacer mofa o burla:
“Tierra y Libertad”
Gerardo Murillo, “Dr. Átl”
El paréntesis ( ) se usa para encerrar frases o expresiones aclaratorias, y en obras de teatro:
Las revistas mexicanas (como las de otros países) tienen gran aceptación entre el público joven.
El niño: (sonriendo) ¿Me llevarás al cine?
José: ¡Claro! Iremos juntos
Se usan puntos suspensivos (…) para citar refranes u oraciones conocidas porque el final ya se sabe:
Cuando el río suena…
Para señalar que en un texto omitimos parte al principio, al final o en medio:
…seré inmensamente feliz.