Contenido: Educar. Niño. Obediencia. Claves para educar. El niño puede aprender a ser obediente. Reglas para educar. Normas para educar.
Educar
Dirigir, desarrollar las capacidades intelectuales y morales de un niño o joven. Desarrollar las fuerzas físicas por medio de ejercicios. Perfeccionar, afinar los sentidos.
Niño
Niño, puede definirse desde distintos puntos de vista:
– Legal: Periodo que abarca desde el nacimiento hasta cumplir los 18 años de edad o alcanzar la emancipación. La Convención sobre los Derechos del Niño, en vigor desde el 2 de septiembre de 1990, señala que «se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad».
Esta convención recoge los principales derechos de niños y niñas a lo largo del mundo.
– Desde la evolución psicoafectiva: Se entiende por niño o niña aquella persona que aún no ha alcanzado un grado de madurez suficiente para tener autonomía.
– Desarrollo físico: Es la denominación utilizada para referirse a toda criatura humana que no ha alcanzado la pubertad.
– Sociocultural: Según las condiciones económicas, las costumbres y las creencias de cada cultura el concepto de infancia puede variar, así como la forma de aprender o vivir.
La definición de niño/a también ha variado considerablemente a lo largo de la historia y en las diversas sociedades y culturas. La infancia es una etapa de la vida especialmente vulnerable en el que los humanos muestran gran dependencia, motivo por el cual requieren especial protección.
Obediencia
El término obediencia (del Lat. ob audire = el que escucha), al igual que la acción de obedecer, indica el proceso que conduce de la escucha atenta a la acción, que puede ser puramente pasiva o exterior o, por el contrario, puede provocar una profunda actitud interna de respuesta.
Obedecer requisitos o prohibiciones se realiza por medio de consecuentes acciones apropiadas u omisiones.
Obedecer implica, en diverso grado, la subordinación de la voluntad a una autoridad, el acatamiento de una instrucción, el cumplimiento de una demanda o la abstención de algo que prohíbe.
Claves para educar
Hay personas que consiguen educar sin castigos. Dotados de humor y cariño, con tiempo y pocos niños que educar, con medios para proporcionarle un ambiente alegre y libre de tensiones fuertes, cuando los chicos tienen una dosis normal de satisfacción afectiva, entonces lo pueden hacer.
Todos hemos conocido padres ideales, profesores ingeniosos y amables. También nosotros podríamos conseguir mucho más de lo imaginable si pusiéramos inteligencia, humor y afecto en la tarea. Y esto sería el camino normal de la educación.
1. Un ejemplo vale más que mil sermones: Desde muy pequeños los niños tienden a imitar todas nuestras conductas, buenas y malas. Podemos aprovechar las costumbres cotidianas -como saludar, comportarnos en la mesa, respetar las normas al conducir- para que adquieran hábitos correctos y, poco a poco, tomen responsabilidades.
Comunicación, diálogo, comprensión: Las palabras, los gestos, las miradas y las expresiones que utilizamos nos sirven para conocernos mejor y expresar todo aquello que sentimos.
3. Límites y disciplina, sin amenazas: Hay que enseñarle a separar los sentimientos de la acción.
4. Dejarle experimentar aunque se equivoque: La mejor manera para que los niños exploren el mundo es permitirles que ellos mismos experimenten las cosas. Y si se equivocan, nosotros tenemos que estar ahí para cuidar de ellos física y emocionalmente, pero con límites.
La sobreprotección a veces nos protege a los padres de ciertos miedos, pero no a nuestro hijo. Si cada vez que se cae o se da un golpe, por pequeño que sea, corremos alarmados a auxiliarle, estaremos animándole a la queja y acostumbrándole al consuelo continuo. Tenemos que dejarles correr riesgos.
5. No comparar ni descalificar: Hay que eliminar frases como «aprende de tu hermano», «¿Cuándo vas a llegar a ser tan responsable como tu prima?» o «eres tan quejica como ese niño del parque».
6. Compartir nuestras experiencias con otros padres: Puede sernos muy útil.
7. Hay que reconocer nuestras equivocaciones: Tenemos derecho a equivocarnos y eso no significa que seamos malos padres.
8. Reforzar las cosas buenas: Está comprobado que los refuerzos positivos gestos de cariño, estímulos, recompensas resultan más eficaces a la hora de educar que los castigos.
9. No hay que pretender ser sus amigos: Aunque siempre conviene fomentar un clima de cercanía y confianza, eso no significa que debamos ser sus mejores amigos.
10. Ellos también tienen emociones: A veces pensamos que solo nosotros nos sentimos contrariados y que los niños tienen que estar todo el día felices.
El niño puede aprender a ser obediente
– Sabiendo qué es lo que sus padres o profesores quieren
– Conociendo la satisfacción que su obediencia producirá
– Sabiendo el por qué y el valor de cada orden
– Teniendo claras sus obligaciones y deberes
– Con una enseñanza sistemática de todas sus actividades
– Teniendo reglas en casa y en la escuela
– Cuando siente la aprobación de sus padres cuando es obediente
– Con las experiencias de sus padres
– Cuando siente que con la desobediencia no consigue lo que quiere
Reglas para educar
1 Debes imponer algunos principios simples, pero demuestra firmeza al pretender que se respeten.
2. Las reglas se deben adaptar a la edad del niño. No se puede pretender que un niño de dos años se comporte en la mesa como un «caballero», pero podemos exigir que deje de tirar la papilla al suelo continuamente.
3. Ponte de acuerdo con tu compañero para actuar sobre las mismas bases.
4. Nunca te dejes esclavizar. A partir de los dos años de vida, el niño tiene que aprender de manera gradual que su mamá tiene derecho a disfrutar de unos pequeños espacios privados.
5. Cuando lo regañes, dirige tus críticas hacia su conducta errónea y no hacia él directamente.
Normas para educar
– Inculcar modales: Todo niño está capacitado para adquirir modales y reglas de conducta siempre y cuando sean apropiadas a su edad.
Ponle ejemplos concretos: Considerar los sentimientos de los demás es la raíz de la buena educación. Puedes explicarle a tu hijo que cuando ayudas.
Ten en cuenta su carácter: Hay niños que cuando empiezan a balbucear sus primeras palabras disfrutan saludando a todo aquel que pase por su camino, otros por el contrario, son más reacios a mostrarse cariñosos o simplemente son más tímidos.
En la mesa: Los niños menores de 1 año aún no tienen la habilidad de poner en práctica todas las normas de etiqueta en la mesa.
Para conseguir que el niño sea obediente, también es fundamental explicarles a los hijos que siempre les deben hacer caso a los adultos con quienes quedan a cargo; los padres deben cumplir lo que prometen e inculcarles desde temprana edad las rutinas.
Con los hábitos, los menores se disciplinan en sus actividades y, de la misma manera, aprenden a obedecer órdenes de los mayores.
Sin embargo, el hecho de que un niño no cumpla una orden del padre, no quiere decir que sea desobediente. Si, por el contrario, el niño siempre se subleva, se debe revisar la causa de esta actitud.
Fuentes: definicion.org / es.wikipedia.org / recursos-educativos.com / guiainfantil.com / serpadres.es / univision.com / todopapas.com