Introducción
La insulina (Latín insula, «isla») es una hormona polipeptídica formada por 51 aminoácidos. Es segregada por las células beta de los islotes de Langerhans del páncreas, en forma de precursor inactivo (proinsulina), el cual pasa al aparato de Golgi, donde se modifica, eliminando una parte y uniendo los dos fragmentos restantes mediante puentes disulfuro.
Frederick Grant Banting, Charles Best, James Collip, y J.J.R. Macleod de la Universidad de Toronto, Canadá, descubrieron la insulina en 1922. El Doctor Banting recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por descubrir esta hormona.
Interviene en el aprovechamiento metabólico de los nutrientes, sobre todo con el anabolismo de los hidratos de carbono. Su déficit provoca la diabetes mellitus y su exceso provoca hiperinsulinismo con hipoglucemia.
Orígenes de la insulina
La insulina es la hormona «anabólica» por excelencia; es decir, permite disponer a las células del aporte necesario de glucosa para los procesos de síntesis con gasto de energía, que luego por glucólisis y respiración celular se obtendrá la energía necesaria en forma de ATP (mononucleótido de adenosina trifosforilado) que usa el metabolismo como unidad de energía transportable para dichos procesos.
Mantiene la concentración de glucosa en nuestra sangre. Lo consigue porque cuando el nivel de glucosa es elevada el páncreas lo libera a la sangre. Su función es favorecer la absorción celular de la glucosa.
Es una de las 2 hormonas que produce el páncreas junto con el glucagón (al contrario de la insulina, cuando el nivel de glucosa disminuye es liberado a la sangre). La insulina se produce en el Páncreas en los «Islotes de Langerhans», mediante unas células llamadas Beta.
Una manera de detectar si las Células beta producen insulina, es haciendo una prueba, para ver si existe péptido C en sangre. El péptido C se libera a la sangre cuando las células Beta procesan la proinsulina, convirtiéndola en insulina. Cuando sólo entre un 10% y un 20% de las células Beta están en buen estado, comienzan a aparecer los síntomas de la diabetes, pasando primero por un estado previo denominado luna de miel, en el que el páncreas aún segrega algo de insulina.
Insulinas sintéticas para el tratamiento de la diabetes J + A
Normalmente este tipo de insulinas se sintetizan por medio de ingeniería genética a través de DNA
Tipos de insulinas
En la diabetes tipo I, y en algunos casos en la tipo II se hace necesaria la inyección de insulina para mantener un nivel correcto de glucosa en sangre. Existen los siguientes tipos de insulinas:
– Insulinas de acción rápida.
– Insulinas de acción intermedia o NPH.
– Insulinas de acción lenta.
– Insulinas de 24 horas.
En muchos casos se combina el tratamiento con estos tipos de insulina.
Por zonas de inyección: También por sus zona de inyección las podemos clasificar como:
Insulinas subcutáneas: Cualquier insulina, ya sea de acción rápida o retardada
Insulinas endovenosas: Sólo las insulinas de acción rápida que no poseen retardantes.
Por retardantes: Dependiendo del retardante utilizado podemos clasificar las insulinas de la siguiente manera:
Insulinas que utilizan zinc como retardante
Insulinas que utilizan otras proteínas como la protamina como retardantes
Fuente: Wikipedia.org