Al plantear la intervención educativa para un niño sordo, Marchesi propone que se consideren cuatro variables, determinantes en su evolución:
- Grado de pérdida auditiva. Influirá tanto en las habilidades lingüísticas como en las cognitivas y sociales.
- Edad del comienzo de la sordera. Los resultados de la intervención educativa son especialmente positivos cuando la sordera empieza después de los tres años, y la educación será más costosa al tratar a un sordo prelocutivo, ya que nunca ha tenido experiencia con el lenguaje.
- Etiología de la sordera. Cabe encontrar dos tipos de causas: las hereditarias y las adquiridas. En las hereditarias existen menos trastornos asociados que en las adquiridas y, por lo general, un mayor nivel intelectual.
- Factores comunicativos y de educación. El desarrollo del niño sordo depende también de la actitud de los padres. Cuando asumen el problema, favorecen su autonomía personal, buscan sistemas alternativos de comunicación con él y no le sobreprotegen ni niegan su deficiencia.
Finalmente, será muy importante una intervención temprana, el uso de restos auditivos y la estimulación sensorial; así como potenciar la capacidad simbólica, actividades comunicativas y expresivas, y la participación de los padres en la tarea educativa.
El desarrollo cognitivo del niño sordo
Para que la actuación educativa sea eficaz se debe conocer el desarrollo cognitivo de los niños sordos. Marchesi indica que tienen una inteligencia semejante a la de los oyentes. Sin embargo, plantea ciertas diferencias en relación con ellos:
Tienen limitaciones y retraso en las expresiones simbólicas, tanto en el lenguaje como en el juego, ya que sus relaciones sociales y comunicativas con los adultos y compañeros son bastante restringidas. Así mismo, presentan retraso en la planificación y autorregulación de la conducta, y en la capacidad para anticipar situaciones. Sin embargo, los niños que adquieren un lenguaje de signos desde muy temprano, se enfrentan y resuelven los problemas mejor que los que no logran interiorizar y dominar el lenguaje oral.
En cuanto a la adquisición de conocimientos, la mayoría de los sordos tienen dificultades, debido a lo explicado y les resulta difícil recibir información a través de los diferentes medios de comunicación. Los problemas comunicativos inciden de forma muy negativa en la organización del conocimiento y del recuerdo en estos niños. Por tanto, necesitan adquirir lo más temprana-mente posible un código de comunicación que les ayude al control interno de su propia conducta y facilite su desarrollo cognitivo.
Para dar una respuesta educativa adecuada a sus necesidades especiales habrá que modificar y ajustar el currículo y los elementos de acceso al mismo. Para que un centro escolar tenga alumnos integrados, tiene que ajustar su proyecto educativo. Marchesi señala que el «proyecto educativo del centro debe incluir entre sus rasgos de identidad el hecho de que están siendo educados, en él, alumnos sordos». Para hacer adaptaciones curriculares, habrá que partir de las necesidades educativas de estos niños. Todos tienen necesidad:
- De desarrollarse cognitiva, motora, afectiva y social-mente.
- De utilizar un código comunicativo útil.
- De aprovechar sus restos auditivos y otros canales de comunicación.
- De ser valorados, conseguir autoestima y una identidad propia, así como recibir una educación adaptada a sus pobilidades.
- De interactuar y compartir sus vivencias con sordos y oyentes.
- De manejar estrategias visuales u otras, a fin de aprender autónomamente.
- De participar lo más posible en el currículo ordinario.
Adaptaciones en los elementos de acceso al currículo
- En los elementos personales, formación del profesorado en aspectos relacionados con la sordera y en sistemas de comunicación que ayuden al niño a integrarse y a comunicarse.
- En los elementos materiales, utilización de medios audiovisuales para potenciar la vía visual más que la auditiva, y uso de material didáctico manipulativo y visual.
Adaptaciones en los elementos curriculares
- Dentro del aula, adaptar objetivos y contenidos referentes al conocimiento y manejo del lenguaje de signos.
- Potenciar la comunicación con otros niños utilizando el lenguaje oral con un sistema complementario.