No todas las personas responden del mismo modo cuando se les enseñan cosas nuevas. Hay algunas de lento aprendizaje, otras se resistirán a cambiar lo que hacen y dificultan la capacitación, y otras más creen que no es posible, aprender y por tanto se dan por vencidas con facilidad.
Alumnos lentos
Margarita, la líder de equipo, estaba ayudando a Marcos, quien tenía muchas dificultades para aprender un nuevo tema y, a pesar de poner todo su empeño, no lograba entenderlo. Margarita le pidió a un colega ayuda para resolver el problema: “Cuando Marcos ingresó en tu departamento, ¿tenía dificultades para aprender cosas nuevas?” “Sí”, respondió el otro líder.
“Él es de lento aprendizaje, pero después de que aprendió determinados temas, llegó a ser uno de mis mejores trabajadores.” Margarita prosiguió: “¿Qué hiciste para ayudarlo?” Le respondió: “Observé su manera de aprender y me di cuenta de que necesita que las tareas se dividan en pequeños segmentos, para asimilarlos uno por uno; luego nos dedicamos a juntarlos. Además, noté que responde mejor si se le da retroalimentación inmediata acerca de su desempeño en cada fase de la tarea, y se le elogia cada vez que lo hace bien.”