Debate características

Introducción

La discusión no es una disputa; es examinar con detenimiento un tema entre dos o más personas que dialogan, cada una de las cuales exponen sus puntos de vista y trata de llegar a conclusiones. Como cualquier tipo de dialogo, los interlocutores deben actuar en un plano de igualdad y libertad para exponer sus opciones y defenderlas con argumentos convincentes, pero sin intentar imponerlas a los demás.

La discusión desarrolla la capacidad de razonamiento y análisis crítico y habitúa a aceptar con serenidad las críticas ajenas.

Tipos de debate

Hay varios tipos de discusión o debate, pero en todos son necesarias la preparación adecuada del tema, la meditación de las razones para argumentar y la definición clara de las posturas personales.

a) La discusión en la mesa redonda es apropiada para trabajar en grupos pequeños y no requiere de la presencia de un ponente; el moderador se encarga de presentar el tema.

b) La discusión en asamblea, por lo contrario, es útil para los grandes grupos y necesita de un ponente que señale los puntos fundamentales del tema, delimite las posibles posturas de los interlocutores y proponga una solución del problema tratado.

c) La discusión en comisiones se impone cuando el tema es complejo y los interlocutores numerosos. Entonces es conveniente dividir la materia en varios puntos esenciales y los interlocutores, agrupados libremente en comisiones, deben discutir por separado un punto del temario.

Normas básicas de la discusión o debate

Determinar el tema-que debe ser de carácter específico, nunca de carácter general-, y los objetivos que se pretenden conseguir; fijar el tiempo necesario para buscar información, reflexionar sobre el tema y preparar las argumentaciones; nombrar un moderador que dirija la discusión y, en su caso, uno o más secretarios que tomen nota de las intervenciones y uno o más ponentes; pensar y matizar las intervenciones personales, a partir de un guión argumental y las posibles respuestas a las tesis contrarias, que incluya los datos necesarios (fechas, nombres, lugares, etc.) que refuercen la propia; favorecer la comunicación entre los interlocutores situándose adecuadamente en uno o varios locales, actuar con calma y corrección en las intervenciones, las replicas de los demás sin molestarse.

Preguntar y responder son dos vertientes del diálogo que no todos los interlocutores dominan. Una persona sabe formular preguntas cuando lo hace con cortesía en el momento oportuno, expresa con claridad lo que desea saber y escucha con atención y respeto.

Por su parte, sabe responder quien escucha con respeto y atención al que pregunta; reflexiona prudentemente y contesta después con claridad y precisión, sin rodeos, ambigüedades ni comentarios despectivos; reconoce cuándo ignora una respuesta y aclara cuándo ésta constituye una opinión subjetiva.

Puntos para realizar un buen debate

Para desarrollar y llevar a buen término los ejercicios del debate, resulta muy importante que, cada uno de los participantes consideren los siguientes puntos:

– No se trata de imponer el punto de vista personal, sino de convencer usando la exposición, la argumentación y la contra argumentación.
– Escuchar al otro antes de responder.
– Ponerse en el lugar del otro.
– Ser breve y hablar concreto.
– Ser tolerante respecto a las diferencias.
– No subestimar al otro.
– No hablar en exceso para así dejar intervenir a los demás, evitando la tendencia al monólogo y la monotonía.
– No burlarse de la intervención de alguien.
– Evitar los gritos para acallar al interlocutor.
– Hablar con seguridad y libertad, sin temor a la crítica.
– Acompañar las críticas con propuestas.
– Oír atentamente al interlocutor para responder en forma adecuada.
– Articular correctamente los sonidos, empleando un tono de voz adecuado a la situación concreta de entonación y al contenido del mensaje (interrogación, exclamación, sonidos indicativos de fin de enunciación, pausas, etc.)
– Adecuar el vocabulario que se posee a la situación comunicativa del momento y ampliarlo para conseguir precisión léxico-semántica.
– Evitar las palabras y giros idiomáticos desgastados y los propios del registro lingüístico informal, pues en el salón de clases o en la situación comunicativa de un debate se impone el registro lingüístico formal.
– Conviene llegar a conclusiones al final del debate.
– Desarrollo de un tema diverso contenido. Puede haber descripción y argumentación