En sí esto nos dice que primero debe relacionar para después emitir una repuesta o si no ya responder.
En la década de 1970 los psicólogos dirigieron muchas investigaciones para estudiar el tiempo que insume responder preguntas elementales como “¿Un canario es un tipo de pájaro? ” o ” ¿Un petirrojo tiene piel? “. La mayoría de los estudiantes universitarios conocen relaciones de subconjunto entre dominios limitados de animales, y es probable que el sujeto responda algunas preguntas acerca de conceptos remotos al usar cadenas de relaciones de subconjunto.
Es decir, la persona infería que un salmón es un animal, no porque conozca exactamente esa proposición sino porque combina dos hechos: el salmón es unpez y los peces son animales. Se supone que las preguntas que ¡aplican injerencias que requieren combinación de hechos o eslabones de subconjunto necesitan más tiempo para ser contestadas que las interrogantes que interrumpen simplemente el acceso a un hecho sencillo.
Se esperaba que el estudio de los tiempos de contestación de preguntas breves la organización de la dad de hechos en la MLP de los sujetos, y el proceso mediante el cual los hechos seleccionados se recuperaban para responder preguntas.
En la actualidad generalmente sé admite que después de un condenso prometedor, este programa de investigación de la contestación de preguntas semánticas tropezó con problemas insalvables y a la postre Regó a un punto muerto. Ahora se cree que las famas o dominios conceptuales no se organizan de forma ordenada, lógica y económica, con propiedades almacenadas solamente en el nivel más general de la jerarquía a que corresponden; más bien, dependiendo de las experiencias de aprendizaje de una persona, las propiedades pueden almacenarse y tener referencias recíprocas en diversos niveles y fuerzas.
El mejor predictor del tiempo de reacción de la gente para verificar una declaración verdadera “de subconjunto” o una declaración de “propiedad”, es sólo la frecuencia normativa con la que ese concepto o propiedad se da como asociado forzoso para el concepto que tiene un sujeto, por parte de una población de sujetos singulares ( Glass et al. , 1974). La frecuencia de producción es únicamente una medición de la fuerza asociativa, un concepto que está incorporado en la mayor parte de los modelos actuales de la búsqueda de memoria (J. R. Anderson, 1976; CoWns y Loftus, 1975). Sin embargo, este enfoque no permute prácticamente ninguna predicción nueva, más allá de la correlación general entre la frecuencia asociativa de sujeto y predicado, y los tiempos verdaderos de reacción.