Ecosistemas naturales

Introducción

Los seres vivos se desarrollan desde el fondo de los océanos hasta las cumbres de las montañas, y comprenden una franja de la Tierra que se denomina biosfera, de apenas unas decenas de kilómetros y abarca: 1. Una parte de la atmósfera; la Troposfera, que es rica en vapor de agua. En ella tiene lugar la mayoría de los fenómenos atmosféricos. 2. La zona superficial de la geosfera.
3. Toda la hidrosfera, que representa el conjunto de agua presente en la capa de la Tierra.

La biósfera

En la biosfera existen una gran variedad de escenarios y en ellos habitan una diversidad de seres vivos que se relacionan unos con otros y con el medio.

Tipos de componentes

Observando un paisaje determinado, podemos distinguir dos tipos de componentes:

1. Los seres vivos que lo habitan; plantas, animales y otros organismos.
2. Los integrantes no vivos del medio: el aire, su relieve, la presencia de agua, la temperatura ambiente, etc.

Estos elementos están estrechamente relacionados entre sí: las plantas toman del medio físico lo que necesitan para su desarrollo y, a su vez, son consumidos por animales que también sirven de alimento a otros animales.

Comunidad o Biocenosis

Es el conjunto de seres vivos que habitan en un ecosistema. Los individuos de la comunidad que pertenecen a una misma especie forman la población.

Las especies que constituyen una biocenosis manifiestan diversas formas de interacción, como la competencia (la lucha por el espacio y el alimento), el parasitismo (la explotación alimentaria de un organismo por otro) o la predación (el consumo de una especie por otra).

Estas relaciones son complejas, cada organismo desempeña un papel determinado en la red trófica (productores, consumidores, descomponedores), y la alteración de dichas relaciones puede provocar una perturbación en su equilibrio.

El biotopo

Es la zona geográfica donde desarrollan su vida los seres vivos de una comunidad y las condiciones ambientales que lo caracterizan; como es la luz, el tipo de suelo, la temperatura, su relieve, la humedad o la salinidad del agua.

La noción de biotopo puede aplicarse a todos los niveles del ecosistema: en un extremo se puede considerar el biotopo general, como el mar, formado por las comunidades vegetales, animales y de microorganismos que le corresponden, y en el otro extremo se puede considerar el biotopo local, como puede ser un arrecife coralino, con su fauna y vegetación característica asociada.

Por lo tanto, el biotopo puede ser homogéneo desde el punto de vista ecológico, o puede comprender un conjunto de residencias ecológicas distintas, como es el caso de un río y su tramo alto, medio y bajo, donde viven, en cada uno de ellos, comunidades animales y vegetales diferentes.

Ecosistemas terrestres y acuáticos

Ecosistemas Terrestres. El clima es el principal factor que determina sus características. Se clasifican en base a la vegetación que existe en ellos, lo que a su vez, determina la fauna que puede existir.

a) La Tundra. Clima de frío intenso durante la mayoría del año. La vegetación es muy pobre, consistente en musgos y líquenes. Carece de árboles y arbustos.

b) La Taiga. Clima frío, con un verano más templado y húmedo. Predominan los bosques de coníferas, como abetos y pinos.

c) El Bosque Caducifolio. Clima templado y húmedo, con inviernos fríos. Dominan los árboles de hoja caduca, como robles y hayas.

d) El Bosque Mediterráneo. Clima templado, con inviernos moderados y veranos cálidos y muy secos. Los árboles más frecuentes son de hojas perennes, como el pino y la encina.

e) La Pradera. Clima templado, con inviernos moderados, muy húmedos y veranos secos y calurosos.

f) El Desierto. Clima muy seco, con escasez de agua. La vegetación es muy escasa y está adaptada a la falta de humedad.

g) La Selva Tropical. Clima muy cálido y húmedo
durante todo el año, con una vegetación formada por grandes árboles que crecen en continua competencia por la luz.

Ecosistemas Acuáticos:

a) Los Ecosistemas de aguas marinas constituyen cerca del 97 % de las aguas terrestres. Las variaciones que existen en las diferentes zonas de los mares en cuanto a su iluminación, oxígeno, temperatura, salinidad o profundidad determinan los distintos ecosistemas que
las colonizan.

b) Ecosistemas de aguas continentales. Incluyen alrededor del 3 % de las aguas terrestres. En función del movimiento de sus aguas, podemos clasificarlos en ecosistemas de aguas corrientes, como los torrentes y los ríos, y ecosistemas de aguas estancadas, como los lagos y las marismas.