Introducción
La tundra es un bioma que se caracteriza por su subsuelo helado, falta de vegetación arbórea, o en todo caso de árboles naturales, lo que es debido a la poca heliofania y al estrés del frío glacial; los suelos, que están cubiertos de musgos y líquenes, son pantanosos con turberas en muchos sitios. La superficie presenta un aspecto pedregoso o pantanoso, y la vegetación dominante se compone de ciperáceas, ericáceas, musgos y líquenes, así como, en algunas zonas, sauces del Ártico.
En las montañas de la zona templada aparece un tipo de planicie parecida, por encima del límite altitudinal de los árboles, a la que se denomina tundra alpina. En la región antártica también existen algunas zonas de tundra.
Características
La tundra ocupa aproximadamente un quinto de la superficie emergida. Subiendo las latitudes en dirección a ambos polos del planeta comienzan (entre los 45 y 60°, tanto norte como sur) las zonas de tundra. Bajando estas latitudes se suelen encontrar bosques de coníferas (en el Hemisferio Norte piceas) con algunas betulaceas enanas (es decir la taiga), en el Hemisferio Sur con bosques y selva húmeda fría antiboreal de fagáceas seguidos de coníferas australes.
También existen biomas semejantes a los de tundra por efecto de altura (páramos montanos), como en el Tíbet y en diversos niveles de las montañas alrededor del mundo como ocurre en zonas tropicales de Perú y Bolivia.
Clima y formación del paisaje
El clima de la tundra se caracteriza por sus duros inviernos, bajas temperaturas, escasas precipitaciones de lluvia o nieve y veranos cortos. Por ejemplo, la media mensual de las temperaturas en la Tierra de Baffin oscila entre los 7 °C y los -31 °C y la media anual es de -12 °C. En el interior de los continentes las temperaturas tienden a extremarse, por lo que no hay variación en las medias anuales.
La combinación de suelo helado y superficies llanas de la tundra impide el drenaje del agua, que se estanca en la superficie o satura la capa superior del terreno. Se forman lagunas y ciénagas que proporcionan humedad a las plantas, lo que compensa las escasas precipitaciones.
Las periódicas congelaciones y deshielos del terreno en los lugares mejor drenados producen grietas regulares en el suelo que forman polígonos. Donde el drenaje es peor aparecen formas rugosas, irregulares, con montículos, nódulos congelados y cordones de tierra. En verano, el deshielo de las laderas puede provocar que los suelos se deslicen y se produzcan aterrazamientos originados por solifluxión o corrimientos de tierra.
Todos estos modelos descritos para la tundra ártica aparecen en menor escala en la tundra alpina. También es común el paisaje de roca pelada cubierta de líquenes al que se llama páramo. Estas formas de relieve propician una serie de pequeños hábitats que dan variedad al paisaje de la tundra.
Fauna
La fauna, en las tundras, tiene la necesidad de protegerse del frío, para esto los distintos organismos poseen diferentes formas para protegerse del frio dependiendo de su regulación de la temperatura. Así,algunos animales,desarrollan un denso pelaje y acumulan una gran cantidad de grasa subcutánea, su relación superficie volumen es lo más pequeña posible para así aislarse del frío.
Entre los animales podemos encontrar herbívoros, como el caribú, reno, buey almizclero, liebre ártica, cabra nival y el lemming, y carnívoros, como el oso blanco (en el extremo norte) lobo, halcón gerifalte, oso kodiak y el búho nival; los salmones son, en gran medida, la base de la red trófica para la fauna de este bioma.
La vida animal es particularmente sensible a la destrucción de su entorno, viéndose afectada directamente por la caza excesiva, que puede conducir a la extinción de cualquier especie animal o vegetal de esta frágil e interdependiente comunidad biológica.
Flora
La vida vegetal se ve expuesta a bajas temperaturas lo cual le dificulta su supervivencia debido a la dificultad para conseguir agua la cual esta congelada en la mayor parte del año, además el material orgánico mineralizado es muy pobre debido a la baja tasa de descomposición de la materia orgánica. En las tundras donde las temperaturas son inferiores a 10 °C en el mes más frío y períodos anuales sin hielos inferiores a 3 meses se imposibilita el crecimiento arbóreo, por lo que las plantas comunes son los musgos y líquenes, que no pasan los 10 cm de altura, gracias a los fuertes vientos que los hacen mantenerse pegados al suelo.
La vegetación típica del Ártico la componen hierbas ciperáceas y arbustos enanos de la familia de las ericáceas, junto con asociaciones de musgos y líquenes. Estas comunidades vegetales están adaptadas a los fuertes vientos y a las alteraciones producidas por el hielo en los suelos. Todas pueden realizar la fotosíntesis a bajas temperaturas y con poca intensidad de luz durante los largos periodos de luz diurna de la tundra.
Las comunidades vegetales de montaña están integradas por plantas enmarañadas que no se dan en el Ártico. Estas plantas se adaptan a los vientos racheados, las fuertes nevadas y las grandes fluctuaciones térmicas. Realizan la fotosíntesis bajo una luz muy intensa durante los cortos periodos de luz solar.