Subordinación adjetiva

Introducción

Una oración subordinada es una oración que depende estructuralmente del núcleo de otra oración, llamada oración principal. Es decir, la oración subordinada es una oración que es a su vez un constituyente sintáctico de otro sintagma que no es oración. Y por tanto, la oración subordinada no tiene una autonomía sintáctica y es “subordinada” por otra, siendo locuciones adverbiales o conjunciones.

La oración subordinada puede ser explícita (verbo conjugado en un modo finito) o implícita (el verbo está conjugado en un modo indefinido).

Tipos de oraciones subordinadas

Desde el punto de vista de la función sintáctica de la oración subordianda es común distinguir entre:

La subordinación adverbial (circunstancial y lógica)
La subordinación sustantiva
La subordinación adjetiva

Clases de subordinadas adverbiales

Circunstanciales: Expresan las circunstancias del verbo que ya conocemos.

Otras: Expresan otras circunstancias que no pueden expresarse con adverbios: comparativas, causales, finales, concesivas, condicionales.

Subordinación adverbial

Existen cuatro tipos:

Temporales o de tiempo: marcan una referencia temporal a la proposición principal. Van introducidas por cuando, mientras, antes que, antes de que, después de que, luego que, antes que, en seguida, primero al + inf: Lo hice cuando me dijiste.
Locales o de lugar: marcan una referencia espacial con respecto a la proposición principal; van introducidas por donde, precedida o no de preposición: Lo hice donde me dijiste.
Modales o de modo: muestran el modo como se ejecuta la proposición principal. Van introducidas por como, según, conforme, como si: Lo hice como me dijiste.
Comparativas: comparan la igualdad, inferioridad o superioridad respecto a la proposición principal. Van introducidas por nexos discontinuos y el verbo va casi siempre elidido.

Subordinación adverbial lógica

Existen cinco tipos. Sirven para ordenar las ideas en un continuo que va desde la condición a la finalidad:

Condicionales: señalan una condición necesaria e imprescindible para que se produzca la proposición principal, sus nexos son si, en el caso de que, de + inf. etc.: No conduzcas si bebes.
Causales: señalan el origen lógico de la proposición principal, una explicación de la misma; sus nexos más frecuentes son porque, ya que, puesto que, por + inf: Bebo porque tengo sed.
Consecutivas: señalan la consecuencia o implicación lógica de la principal; sus nexos son por tanto, así que, conque, de manera/modo/forma/ suerte que, luego, así pues, pues etc… Tengo sed, así que bebo.
Concesivas: señalan una consecuencia no esperada ni deseada, o menos lógica que las anteriores, una complicación más que una implicación, que no impide el cumplimiento de la proposición principal. Sus nexos son aunque, por más que, a pesar de que, pese a que, con + inf. etc.: Iré aunque llueva.
Finales: indican la consecuencia que está más allá de las otras consecuencias, la última más allá de las cuales no se espera ninguna, la aplicación, propósito o cometido de la proposición principal.

Sus nexos son para que, a que, a fin de que, con el propósito/intención/fin/objeto/cometido/recado de que, para + inf. etc.: Vino para arreglar la puerta.

Subordinación adjetiva

Existen tres tipos:

Proposiciones adjetivas especificativas: son las que no van entre comas y no restringen el significado del antecedente seleccionándolo de una generalidad: “Los jugadores que estaban cansados no jugaron la segunda parte”. (Parte de los jugadores)
Proposiciones adjetivas explicativas: son las que van entre comas y no restringen el significado del antecedente: “Los jugadores, que estaban cansados, no jugaron la segunda parte”. (Todos los jugadores)
Proposiciones adjetivas sustantivadas por falta de antecedente: Por no tener antecedente expreso o por otras causas. La proposición de relativo se enuncia con un valor indefinido y generalizador.
Los pronombres quien y el que equivalen al sintagma “la persona que”. Y el pronombre que al sintagma “la cosa que”. Las nociones de “persona” y “cosa” son los antecedentes implícitos de tales pronombres.

Estas proposiciones desempeñan funciones propias del sustantivo.

Al igual que un adjetivo puede sustantivarse, también hay proposiciones adjetivas sustantivadas, y como las sustantivas, desempeñan las funciones propias de un sustantivo: “Los que van a morir te saludan”, (sujeto agente); “Los que estudien serán aprobados” (sujeto paciente); “Llévate el que elegiste” (complemento directo); “Yo soy el que te cuidará” (atributo).