Colonización, final del sistema colonial

Introducción

Colonización es un término que se utiliza en distintos contextos, pero siempre con el sentido de indicar la población u ocupación de un espacio. Y se utilizaba originalmente para describir hechos y procesos históricos. Sin embargo, la biogeografía del siglo XIX extendió su uso para describir ese tipo de relación con su medio ambiente de todo tipo de seres vivos (animales, plantas, microorganismos, etc.).

En su uso restringido a los grupos humanos, el término colonización se puede restringir aún más, para indicar los asentamientos de colonos en zonas deshabitadas.

No obstante, ese uso suele hacerse con fines justificativos, para apoyar la reivindicación del derecho a la ocupación de un territorio que se califica de virgen, minusvalorando la ocupación previa del mismo territorio por otros grupos humanos, cuyo control sobre ese espacio se pretende calificar como inexistente, insuficiente o deficiente, y sobre los que los colonos pretenden mantener superioridad.

Esta justificación ideológica se denomina genéricamente colonialismo o imperialismo, aunque estos conceptos no se utilizaban en la Edad Antigua o en la Edad Media, sino que se definieron propiamente desde el siglo XIX, aunque se suelen aplicar también a los imperios de la Edad Moderna.

Colonización

Con los viajes de Cristóbal Colón entre 1492 y 1594, los navegantes europeos llegaron, conquistaron y colonizaron para las Coronas de España y Portugal los extensos territorios del Nuevo Mundo. Desde las bases que habían establecido en las islas del mar Caribe, los españoles extendieron la conquista a Centroamérica, México y Perú, subyugando a los pueblos que encontraron a su paso.

A finales del siglo XVI habían ocupado prácticamente la totalidad de Sudamérica y Centroamérica, así como la parte de Norteamérica que queda al sur de la actual frontera meridional de Estados Unidos. Los portugueses se asentaron en las costas del actual Brasil.
Los conquistadores introdujeron los preceptos del Derecho romano en cuanto a legislación y administración de justicia, el cual fue aplicado por la burocracia del sistema colonial e impuesto a través del idioma, la religión, la cultura y las instituciones de los españoles y los portugueses sobre la población nativa.

El principal elemento unificador de toda esta amalgama colonizadora fue la Iglesia católica: el clero desempeñó un importante papel en la conversión de la población indígena a la cultura hispánica y fue el agente encargado de diseñar todo el sistema educativo en las colonias, además de construir hospitales y otras instituciones caritativas.

La Iglesia fue también el principal agente económico y, con la única excepción del gobierno real, la más grande propietaria de tierras en las colonias. Los clérigos ocuparon altos cargos en el gobierno virreinal, desde banqueros a guías espirituales.

Colonizaciones históricas

En el Mediterráneo antiguo se distinguen tres civilizaciones por la fundación de colonias: Fenicia, Grecia y Roma. Los fenicios comenzaron a fundar colonias en las costas del Mediterráneo, en el norte de África con fines comerciales. Una de estas fundaciones terminó siendo más importante que la metrópoli, Cartago.

La colonización griega se dio en varias etapas, ocupando gran cantidad de las costas de Asia menor y enclaves estratégicos en zonas civilizadas. Consistía en cuando llegaron los españoles despoblada y su posterior cultivo. En la época clásica, tierra cultivable era reclamada a menudo por “tribus bárbaras”, quienes vivían de la caza y la recolección o incluso de la cosecha. A la gente civilizada la tierra parecía despoblada.

Otra gran colonización de la época antigua fue la colonización romana del imperio que se extendió por tres continentes (Europa, Asia y África). Muchas de las grandes ciudades actuales de Europa empezaron como colonias romanas. De hecho, la ciudad alemana de Colonia originalmente fue fundada con el nombre Colonia Claudia por los romanos.

– Edad media: La formación de imperios durante la Edad Media no suele utilizar el término colonización para designarlo. No obstante, existieron procesos parecidos: en la Península Ibérica sucesivos periodos de dominación musulmana y cristiana en Al-Andalus (para la Reconquista cristiana, el proceso denominado Repoblación), en el Este de Europa la Drang nach Osten y en el Levante mediterráneo las Cruzadas.

– Edad moderna: Después del Descubrimiento del Nuevo Mundo en 1492 por Cristóbal Colón (su apellido, a pesar de la homonimia, no tiene nada que ver con la etimología de colonia o colonización), la era de los descubrimientos inició la expansión europea inicialmente protagonizada por el Imperio portugués y el Imperio español; y desde finales del siglo XVI el imperio holandés, junto con otras potencias europeas (Francia, Inglaterra, Dinamarca) que compitieron por la colonización europea de América y por el mantenimiento de escalas comerciales en la costa africana y el Índico (especialmente la actual Indonesia y Filipinas).

A partir del siglo XVIII, las guerras coloniales aumentaron su importancia, pasando a ser el imperio colonial francés y el imperio británico los que competían por los más atractivos espacios en disputa (en el Caribe, Canadá, la India); mientras que el imperio ruso llegaba hasta el Pacífico y el imperio español alcanzaba su máxima extensión territorial.

– Edad contemporánea: A comienzos del siglo XIX el imperio británico se había convertido en hegemónico. En la segunda mitad del XIX (la denominada Era del imperialismo) las principales potencias de Europa se entregaron a una carrera colonial (especialmente el reparto de África) con gran influencia en la conformación del mundo actual.

El tercer cuarto del siglo XX presenció el proceso de descolonización y el surgimiento de un nuevo concepto: la neocolonización.

Final del sistema colonial

En el siglo XVIII, tras un siglo de decadencia de España y Portugal, se dio impulso a las reformas, manifestada sobre todo en el desarrollo de las exportaciones agrícolas y mineras, la eficiencia administrativa, la defensa y la expansión de las fronteras.

Estas reformas, aplicadas en la América española y portuguesa, aumentaron la producción y los ingresos, pero también contribuyeron al descontento de los criollos y ejercieron una gran presión sobre la población oprimida a causa de sus lamentables condiciones socioeconómicas.
La filosofía de la ilustración y la difusión de las ideas liberales tuvieron gran influencia sobre las clases altas de las colonias, pero fue la invasión napoleónica (1808-1814) de la península Ibérica la que actualizó las ideas de emancipación de Latinoamérica.

Hacia 1825, toda la América española, excepto Cuba y Puerto Rico, se había independizado de la metrópoli, dando lugar a la proclamación de repúblicas criollas. En 1822 los criollos brasileños establecieron una monarquía independiente bajo un príncipe portugués.

El colonialismo

es la influencia o la dominación de un país por parte de otro más poderoso de una forma violenta a través de una invasión militar, o sutil sin que intervenga la fuerza. Los motivos pueden ser poder, riqueza o dominio. Esta dominación puede ser política, militar, informativa, cultural, económica o étnica.

También se le puede denominar neocolonialismo para hacer referencia a una dominación de tipo económico, e incluso político, sobre un estado jurídicamente independiente. En sentido similar se utilizan los términos imperialismo y nuevo imperialismo.

A diferencia del imperialismo; el colonialismo busca llevar su cultura más allá de sus tierras. El colono es quién debe ir a la colonia a implantar su cultura y establecerse allá. El proceso que vive la población de la colonia es llamado aculturación (pasar a llevar una cultura con otra “más poderosa”).

El colonialismo no es un término tan económico como el imperialismo, el cual busca materias primas y mano de obra en la colonia para luego producir en el país y finalmente retornan y vender en la propia colonia de donde extrajo la materia.

La importancia colonial y su historiografía ha tenido un gran rol dentro de las disciplinas históricas, y se ha visto robustecida en los últimos años a raíz de la necesidad de comprender mejor los procesos globales.