Alimentos que sacian el hambre

El aparato digestivo al cabo de aproximadamente 20 minutos, genera un reflejo de saciedad que consiste en el envío de una señal nerviosa al cerebro por parte del estómago. En ese momento éste desactiva el ansia de comida.

Fibra: La fibra actúa como una esponja. Al hincharse en el estómago produce un efecto de hartazgo y además, reduce la absorción de las grasas y azúcares de otros alimentos. Este carbohidrato está presente en el pan, los cereales integrales, las legumbres, las frutas, las hortalizas y los frutos secos. No sólo mejora el tránsito intestinal y previene el estreñimiento sino que además, tiene un valor energético nulo, lo que ayuda a adelgazar de dos modos. Por un lado, ayuda a reducir la ingestión calórica, ya que las comidas que contienen fibra son menos grasas y poseen por tanto menos calorías. Por otro, como este alimento se hincha en el estómago como si fuera una esponja, produce un efecto de saciedad y reduce automáticamente las ganas de comer.

Es recomendable tomar 30 gramos de fibra al día. No conviene pasarse ya que en exceso dificulta la absorción de los minerales. Además es preferible ir incrementando su consumo de forma gradual para que se habitúe el organismo, hasta llegar al máximo recomendado. Por otro lado, hay que tomar gran cantidad de líquido, preferiblemente agua, ya que la fibra la absorbe en abundancia; de no hacerlo, se puede llegar incluso al estreñimiento.

Carbohidratos complejos: La fibra es un hidrato de carbono de tipo vegetal, pero también existen otros carbohidratos complejos que son digeribles, energéticos y que, además, generan sensación de llenura. Son el almidón, que se encuentra en las patatas y demás tubérculos, los cereales, las legumbres o la pasta, y el glucógeno de origen animal, presente en la carne y el pescado.

La diferencia de estos carbohidratos de los denominados simples, como son todos los que poseen azúcar, reside en que los complejos se asimilan durante varias horas y mantienen estables los niveles de glucosa, lo que facilita el no tener sensación apetito.

Suplementos saciantes: Estos suplementos no adelgazan por sí solos pero, siempre y cuándo se tengan unos hábitos alimenticios y un tipo de vida sano ayudan a no engordar, ya que su principal función es reducir el hambre. No tienen efectos secundarios ni compuestos químicos, se venden en herbolarios, dietéticas o farmacias y no es necesario presentar receta médica. Sin embargo, pueden producir algunos trastornos cuando se toman dosis altas o durante periodos prolongados, por lo que es recomendable leer bien los prospectos y tomarlos bajo supervisión de algún especialista.

Agua: Se puede tomar en grandes cantidades a lo largo del día sin engordar un solo gramo. Ingerida antes de comer, el agua produce rápidamente una sensación de saciedad que ayuda a no ingerir otro tipo de alimentos ya que llena el tubo digestivo, aunque sólo sea por un tiempo limitado.

Fuente: alimentacion-sana.org/ wikipedia.org