La pantera negra es una variación negra de varias especies de grandes felinos, en especial del leopardo y del jaguar. Existe cierta confusión con las palabras pantera y leopardo. Por un lado, Panthera es un género de félidos que incluye cinco especies; los mencionados leopardo y jaguar, así como los leones, los tigres y el leopardo de las nieves.
La pantera es un animal de color negro, al que le gusta cazar, comer carne y gruñir; es elegante, alerta y muy hábil. Una pantera negra simplemente es un leopardo manchado con pelo castaño muy oscuro. El color es la diferencia principal entre ellos. De hecho la pantera también tiene manchas llamadas rosetones, aunque éstas sólo son visibles en la luz.
La pantera negra es el más raro de todos los leopardos manchados. Sus ojos son verde esmeralda y son animales extraordinariamente hábiles, característica que los hace resaltar sobre otros gatos grandes.
Durante el celo, el rugido de la pantera se escucha con más frecuencia que durante el resto del año; la hembra ruge llamando al macho y éste contesta con fuertes bramidos. También entre fuertes y continuos gritos se realiza la cópula, aparentemente después de una larga resistencia de la hembra. En los lugares donde se ha realizado la unión de una pareja se puede encontrar la vegetación arrancada y aplastada en un área de aproximadamente tres metros cuadrados.
El período de gestación dura entre 92 y 113 días, durante los cuales la hembra es más voraz y caza con mayor frecuencia. Al llegar al término de la preñez, busca una guarida donde tiene lugar el parto; los cachorros pesan entre 600 y 900 gramos y su piel es más oscura que la de los adultos. Puede ocurrir que en una misma camada haya ejemplares melánicos (totalmente negros) y manchados.
Abren los ojos a las dos semanas y permanecen en el cubil donde nacieron durante más de dos meses. Cuando ya tienen un mes de edad, los cachorros comienzan a incluir en su dieta -además de la leche materna- un poco de carne, y a los tres meses su alimentación es exclusivamente carnívora.
Las panteras negras son grandes cazadores. Ellas tienen un único sistema de almacenamiento de comida. Durante el día duermen o se quedan escondidas bajo las plantas espesas, arbustos o árboles altos.
Como un gran cazador, la pantera negra es un perseguidor, no un corredor. Camina despacio y se arrastra muy cerca de su presa, acercándose furtivamente.
Sus patas son suaves y el pelaje le permite perderse o mezclarse con el fondo de la selva o del ecosistema en donde se encuentre. Más pretenciosamente, su presa no puede verla. Debido a su estilo callado, cauto y su habilidad de quedarse oculta, la pantera es conocida como el “fantasma del bosque.”
Este felino tiene vista aguda y buena visión en la noche. También posee un sentido perspicaz de olfato y oído. Después de la caza, comerá lo que quiere, esconderá el cadáver en un árbol y volverá para comerlo después. Cuando termina de comer, la pantera gasta horas lamiéndose con su lengua. Se limpia hasta que esté libre del olor de la presa, ya que de esta manera otros animales no pueden olerla y puede conseguir otra presa que será su próximo alimento.
Las panteras negras son comunes en regiones de selva de la India y el Sudeste de Asia. Ellas también se encuentran en climas calientes, como en Java y Malasia. Se cree que la mitad de la población del leopardo manchado de Malasia es de las especies de la pantera negra.