De las lesiones que se pueden tener en la rodilla, que son muchas, la lesión de meniscos es una de las más frecuentes. Este tipo de lesiones son muy habituales en deportistas aunque pueden suceder en situaciones más cotidianas, como caminar o cargar peso.
Su enorme frecuencia además de ser una lesión que ocurre a atletas de gran reconocimiento mundial y con grandes cantidades de dinero ha llevado a un intenso estudio de la lesión y por lo tanto se han producido muchos avances en su diagnóstico y en el tratamiento. Lo más recomendado es la cirugía puesto que un alto porcentaje tienen una recuperación excelente.
La causa más habitual de lesión en personas jóvenes es el traumatismo indirecto. Por otra parte en gente de más edad la causa más frecuente es la degeneración del cartílago causado por su uso excesivo. La lesión del menisco interno es unas veinte veces más frecuente que la lesión de menisco externo. Esto es problemático puesto que el menisco interno tiene una peor recuperación tras un traumatismo que el externo debido a la falta de irrigación venosa del mismo.
El mecanismo de lesión de menisco indirecto es muy sencillo se basa en la rotación de una parte de la rodilla pero la otra no, comúnmente se gira la rodilla y el cuerpo y se deja el pie fijo en el suelo, como en un regate de futbol o en porteros de hockey que tienen que estirar las piernas bruscamente para evitar un gol. Al realizar una finta los meniscos, que se mueven con el movimiento de la rodilla, se pueden partir puesto que en esta situación se mueve solo una parte de la rodilla generando tensión en el cartílago, que no sabe donde ir.
La lesión de la rodilla trae un dolor agudo en la articulación al tratar de mover la rodilla o al caminar, siendo mayor con la completa flexión de la rodilla, por lo que resulta dolorosísimo andar de cuclillas. El dolor resulta más intenso en el interior o el exterior dependiendo del menisco dañado. Una de las características más visibles es la pierna fijada en tensión, sin poder doblarla hasta pasado un rato. Muchas veces las lesiones de menisco dan lugar acrujidos al flexionar la rodilla.
En la rodilla ayuda a evitar el rozamiento entre los huesos el líquido sinovial, una lesión de menisco muchas veces va acompañada de un derrame de líquido sinovial, aunque el derrame es típico de casi todas las lesiones de rodilla, por eso no es un buen síntoma para diagnosticar una lesión de menisco.