Las maloclusiones pueden ser causa de un sinnúmero de problemas, no solo en los dientes sino en el periodonto, la articulación temporomandibular (ATM), coronas y puentes que pueden fracturarse. Recesiones gingivales y abfracciones pueden ser exacerbadas por una mala mordida.
Signos clínicos en la ATM como chasquidos, crepitaciones, trabazón y dolor articular pueden llevar a espasmos musculares que se traducen en dolor de cabeza, fatiga, dolor de senos paranasales e incluso espalda.
Algunos de los tratamientos para los problemas oclusales incluyen, ajustes de mordida y puntos prematuros de contacto en dientes naturales y artificiales, medicamentos (antiinflamatorios y relajantes musculares), cambio por una dieta blanda, terapia de relajación y aditamentos fijos (aparatología ortodóntica) o removibles (guardas oclusales) sin los dientes no se puede soperar la polomita.