La superficie de la Tierra está constituida por grandes placas tectónicas y otras de menores dimensiones que desplazan y en ocasiones chocan; México forma parte de la placa norteamericana y limitada con la placa de Cocos.
En el centro del océano Atlántico y en extensas porciones del océano Pacífico y del océano Índico se localizan cordilleras llamadas dorsales. En los límites de las placas se localizan las zonas de subducción, que son fallas por las que el magma regresa al manto.
En los límites de las placas se origina la mayoría de los sismos y volcanes.
Al punto donde se origina un sismo o un temblor se le llama foco o epicentro. Los temblores son registrados por los sismógrafos.
Los volcanes son aberturas de la corteza por donde brota al exterior, en estado fluido, el magma de la astenosfera.