Antes de la discusión se lleva a cabo una entrevista con cada participante para darle la bienvenida y prepararlo para el diálogo. Luego, se presenta a cada participante con los demás que han llegado y se les deja unos momentos solo, como introducción a un ambiente de relaciones informales. A cada persona hay que advertirle que ha sido invitada en calidad de consumidor, y no experto en alguna técnica comercial.
La sesión debe ser dirigida por una persona hábil en el manejo de las intervenciones abiertas y sensibles a la dinámica de lo que está sucediendo. Es necesario preparar una guía de preguntas abiertas que cubran los aspectos que se pretende investigar. Se requiere una gran habilidad para captar los aspectos importantes que van surgiendo, y para transformarlos en estímulos y volver a introducirlos en la discusión.