Corrientes teórico filosóficas del pensamiento social

Introducción

A través de la historia de la humanidad, siempre ha existido el análisis de lo social. Por tanto, las diferentes teorías sociales como el positivismo, el funcionalismo, el estructuralismo, el marxismo por mencionar los más importantes para este análisis, nos ofrecen una propuesta para entender, explicar y transformar la humanidad en general, y a las sociedades en particular, con el propósito de reconstruir o recrear a lo que llamamos sociedad.

Positivismo

Se llama positivismo al sistema filosófico basado en la experiencia y el conocimiento empírico de los fenómenos naturales, en el que la metafísica y la teología se consideran sistemas de conocimientos imperfectos e inadecuados.
El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo XIX Auguste Comte.

En general, se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas naturales.

Según Comte, los conocimientos pasan por tres estados teóricos distintos, tanto en el individuo como en la especie humana.
Estos tres estados se llaman: teológico, metafísico y positivo.

Estado teológico: Es ficticio, provisional y preparatorio. En él la mente busca las causas y los principios de las cosas, hay tres fases distintas:
Fetichismo
Politeísmo
Monoteísmo

Estado metafísico: Es esencialmente crístico y de transición. Es una etapa intermedia entre los estados teológico y el positivo. En él se siguen buscando los conocimientos absolutos.
Estado positivo: Éste es real, definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la observación. La mente humana se atiene a las cosas.

Funcionalismo

El funcionalismo es una corriente teórica de las ciencias sociales surgida en Inglaterra en la década de 1930, especialmente en Sociología y Antropología social.

El funcionalismo abrió el camino de la antropología científica. La teoría funcionalista considera a la sociedad como una totalidad marcada por el equilibrio y en la que los medios tienen una gran importancia dentro de la estabilidad social.

Las sociedades disponen de mecanismos propios capaces de regular los conflictos y las irregularidades. Así las normas que determinan el código de conducta de los individuos variarán en función de los medios existentes y esto es lo que rige al equilibrio social.

Estructuralismo

Corriente cuyos orígenes se remontan a la década de 1950 y 1970 respectivamente, con Ferdinand Saussure como principal exponente y después Claude Lévi Strauss, que planteaba la necesidad de explicar los procesos de la organización social.
Lévi Strauss piensa que los fenómenos sociales ofrecen el carácter de signos y que cualquier sociedad puede ser estudiada como un sistema de signos.

El estructuralismo se propone identificar y definir las reglas y limitaciones en el seno de las cuales, y en virtud de las cuales, el significado es generado y comunicado. Este método, que se define como inmanente porque no mira en el exterior para explicar los fenómenos culturales, elimina la búsqueda de autenticidad allí donde, por ejemplo, se encuentran diferentes versiones de un mito: el análisis estructural toma en consideración todas las variantes halladas en el estudio de un fenómeno determinado.

Otra función del método es la de interpretar el funcionamiento de la mente, tanto en las culturas primitivas como en las culturas científicas, como un todo estructuralmente idéntico: la teoría kantiana de los procesos de pensamiento queda así demostrada a posteriori por la investigación antropológica. El estructuralismo se ha aplicado a la sociología, la crítica literaria y la filosofía, revelándose extraordinariamente útil en el estudio de la narrativa.

Teoría estructural funcionalista

Los precursores son Durkheim, Spencer, Comte, Malinowsky y Radcliffe Brown. Esta corriente surge a finales del siglo XIX y supone que existen en la sociedad instituciones que cumplen funciones para mantener el orden social. Estas instituciones y los individuos que en ellas se encuentran satisfacen a su vez roles y funciones que operan en el conjunto de la estructura social, funciones indispensables para la supervivencia de una determinada sociedad, entre ellas la producción de bienes, la distribución y la reproducción cultural.
El estructural funcionalismo plantea que el propósito de la sociedad es el mantenimiento del orden y la estabilidad social. La función de las partes de una sociedad y el modo en que éstas están organizadas, la estructura social, serviría para mantener ese orden y esa estabilidad.

Las funciones realizadas por los grupos sociales tienden a hacerse más especializadas, interdependientes y eficaces, a medida que la sociedad crece y se desarrolla en niveles más complejos de organización.

Por último Durkheim ve a un todo y no sólo una parte. Lo ve como algo que está sujeto a lo que llama red de relaciones sociales, las cuales están implícitas dentro de la supervivencia y funcionalidad estructura. Cuando una sociedad ha sido capaz de establecer patrones conductuales que garantizan su equilibrio y supervivencia, se dice que se trata de una sociedad funcional.

Las críticas más frecuentes que se han hecho al funcionalismo estructural son:

Se trata de una teoría conservadora, pues considera que son funcionales los factores que preservan la existencia de un determinado sistema.
La consideración del cambio social como una situación anormal, limita grandemente a esta teoría, pues le impide explicarse dicho cambio.
El funcionalismo estructural no advierte la existencia de la estructura económica de la sociedad.

Teoría crítica

Se llama así al conjunto de ideas propuestas por una serie de intelectuales de varias disciplinas asociadas de la escuela de Frankfurt, que pretenden un cambio radical en la sociedad, a partir de que los individuos que la componen desarrollen una postura crítica y participen de manera activa para emprender reformas sustanciales que busquen el beneficio social.

La noción de teoría crítica, podemos decir, tiene un doble significado: por un lado se refiere al legado de algunos miembros de la Escuela de Frankfurt y,por otro, a la naturaleza de la crítica auto consciente; es decir, a la necesidad de desarrollar un discurso de transformación y emancipación (liberación del ser humano de todo tipo de dominio) y que no este aferrado dogmáticamente a sus propias suposiciones doctrinales.

“El criticalismo examina todas las afirmaciones de la razón humana y no acepta nada despreocupante. Su conducta no es dogmática ni escéptica, sino reflexiva y critica. Es un termino medio entre la temeridad dogmática y la desesperación escéptica”, dice Habermas.

Finalmente, las ideas mas importantes de la Teoría crítica pueden agruparse en las siguientes:

Recupera la importancia individual del hombre.
Considera que el hombre es responsable del cambio social.
Se opone al principio marxista de que el individuo está condicionado y determinado por la estructura social.
Denuncia al capitalismo moderno, que manipula y explota a clases trabajadoras.
Planea la posibilidad de que pueden haber consenso, apoyo y comprensión.