Introducción
La técnica del dibujo a lápiz de grafito, es la más sencilla de todas, por eso recomendamos comenzar primero por este curso y después continuar con los demas. Por su forma, peso y tamaño, el lápiz es el instrumento de dibujo más manejable. Las minas son de distinta dureza. Esto hace que, según lo que queramos dibujar, podamos escoger la que más nos convenga.
Con un lápiz de mina blanda podemos conseguir una gran variedad de tonos, desde un negro intenso a un gris suave y homogéneo.
Con lápiz de mina dura podemos trazar líneas muy finas y limpias.
El lápiz se borra con facilidad. El lápiz no requiere un pulso excepcional para ser utilizado. Por todo esto es por lo que el lápiz es el instrumento más adecuado para iniciarse en la práctica del dibujo y acostumbrar la mano a conseguir trazos seguros y limpios, es decir, líneas que no sean temblorosas, que, tengan el mismo grueso por todas partes, que estén hechas sin repasar, con decisión. También para comenzar a realizar sombreados, que tanta importancia tienen en este bello oficio.
Formas de afilado
Los lápices de mina dura se afilan de modo que den una punta aguda, que pinche, pues es este el modo que hace posible que las líneas salgan limpias y vigorosas con este tipo de mina.
Como usted ya habrá podido apreciar, no todos los lápices tienen la mina igual de dura. Hay lápices- con la mina blanda, muy blanda, dura y muy dura. Y hay otros cuya mina no es ni dura ni blanda.
Para poder saber sin necesidad de usarlos, cómo es de dura la mina, todos los lápices llevan en su costado junto al nombre de la marca, un número. Este número es el que nos indica lo duro o blando que es.
Generalmente las casas extranjeras fabricantes de lápices, para indicar la dureza de la mina, no usan números, sino letras combinadas con números.
Veamos qué dureza de mina corresponde a cada clasificación:
El lápiz por número
Lápiz por número y letras
Los lápices de mina blanda son los mejores para trabajos de sombreado y para cuando sea preciso un trazo de distintos gruesos, un trazo blando y dúctil. Es decir, son apropiados, en general, para el dibujo artístico. Los lápices de mina dura son los adecuados para trabajos de delineación y dibujó industrial. Su trazo es gris, de perfil seco y limpio.
El afilado de la mina
Afilar bien el lápiz es muy importante. De ello depende que el trazo nos salga tal como queremos o no. El lápiz bien afilado se domina mucho mejor que un lápiz con la punta mal hecha.
Para esto podemos usar una hoja de afeitar o bien una navajita. No emplee nunca cuchillos ni navajas grandes. Si emplea navajita, que sea de hoja pequeña, de una anchura aproximadamente igual al grosor del lápiz.
La hoja de afeitar utilícela con o sin porta-hojas, según usted la maneje mejor. Entre la navajita y la hoja de afeitar creemos que es mejor el primer sistema. La mayor rigidez de la hoja de la navaja tiene la ventaja de que se dirige mejor y es más segura.
La goma
Para dibujo el mejor tipo de goma es la llamada de miga de pan, que es blanda y muy suave al roce con el papel. La marca más extendida entre nosotros es la “Milán”. Reúne, para todos los trabajos de lápices blandos y del n. 2 condiciones excelentes. Es la goma que le recomendamos para utilizar en sus trabajos. Son también interesantes las marcas Pelikán y Ebro.
Tenga en cuenta una cosa: la goma no debe emplearse como un arreglalotodo. No debe usarse para borrar del todo un dibujo o gran parte de él si ha salido mal. En este caso es preferible comenzar de nuevo el trabajo, pues le quedarían señales del paso de la goma sobre el papel que perjudicarían notablemente su labor.
El dibujo debe, mediante trazos muy débiles del lápiz prepararse, encajarse y abocetarse muy detenidamente antes de comenzarlo en serio, para que no ocurra lo antedicho. De todo esto hablaremos más adelante y utilizaremos la goma sólo para enmendar pequeños errores.
La goma tiene, además de su utilidad, como elemento para borrar, otra de gran importancia. La goma puede servirnos para sacar brillos y aclarar zonas oscuras.
Posición ante el papel
Frecuentemente, el aficionado al dibujo tiene la costumbre de trabajar sobre una mesa horizontal y esto es aceptable cuando el formato sobre el que se dibuja no es superior a 20 por 25 centímetros. Sin embargo, cuando el tamaño es mayor, la vista ya no incide perpendicularmente en todas las partes del papel y entonces pueden producirse errores ópticos debidos a la perspectiva. Por ello, lo ideal es trabajar sobre un tablero abatible, según el formato del dibujo, para lo que existen muchas posibilidades y recursos.
También es preciso que el dibujante adopte un punto de vista lo suficientemente lejano al papel como para que en todo momento pueda contemplar el dibujo en todo su conjunto y no parcialmente.