Introducción a la administración financiera

La administración financiera se ocupa de las decisiones financieras de las empresas, por lo cual deberíamos comenzar diciendo cuáles son estas decisiones y por qué son importantes. Para llevar a cabo un negocio, una empresa moderna necesita una variedad casi interminable de activos reales. Muchos de ellos son activos tangibles, como maquinaria, naves industriales y oficinas; otros son intangibles, como conocimientos técnicos, marcas comerciales y patentes.

El administrador financiero se enfrenta a dos problemas básicos: primero, ¿cuánto debería invertir la empresa y en qué activos concretos debería hacerlo?; segundo, ¿cómo deberían conseguirse los fondos necesarios para tales inversiones? La respuesta a la primera pregunta es la decisión de inversión o presupuesto de capital de la empresa. La respuesta a la segunda es su decisión de financiación. El directivo financiero intenta encontrar las respuestas específicas que permitan que los accionistas de la empresa ganen todo lo que sea posible. El éxito se juzga normalmente por el valor; a los accionistas les beneficia cualquier decisión que incrementa el valor de su participación en la empresa.

El concepto de director financiero se refiere a toda persona responsable de una decisión significativa en materia de inversión o financiación en la empresa; pero, salvo en las pequeñas empresas, ninguna persona es responsable por sí sola de todas las decisiones financieras. La responsabilidad se encuentra dispersa dentro de la empresa. La alta dirección está, por supuesto, continuamente involucrada en las decisiones financieras.

En las empresas el tesorero o el administrador financiero es la persona directamente responsable para obtener de financiamientos, de la gestión, de la cuenta de tesorería y de las relaciones con bancos y otras instituciones financieras, así como de asegurar que la empresa cumpla sus obligaciones con los inversores que poseen sus títulos. Las responsabilidades típicas del tesorero.