El modelo de los siete hábitos de la gente eficaz

Contenido: Introducción. El primer hábito se refiere a la importancia que tiene ser proactivos. El segundo hábito consiste en tener bien claro y definido el objetivo hacia el cual se canalizan los esfuerzos. El tercer hábito implica entender muy bien, de que primero es lo primero. El cuarto hábito tiene que ver con una actividad que constantemente llevamos a cabo: tener que concertar o tener que negociar. El quinto hábito se refiere a la importancia que tiene vivir la cultura de primero comprender, para después ser comprendido. El sexto hábito consiste en buscar en todo tipo de actividad y decisiones siempre el efecto de la sinergia. Por último, el séptimo hábito es fundamental para que se den los seis anteriores: “afilar la sierra”.

Introducción

Como hemos comentado, todos los dirigentes de las organizaciones deben administrar a través de un liderazgo transformacional, hemos, además, descrito el perfil necesario para lograr este estilo de liderear las empresas. Sin embargo, creemos conveniente presentar el modelo propuesto por el Dr. Stephen Covey como una alternativa interesante para que quienes dirigen las organizaciones adquieran esta nueva cultura.

El modelo del Dr. Covey se basa en una premisa de la cual se ha hablado mucho en este libro:

«Nadie puede abrir las puertas para que otro cambie, cada uno de nosotros debe tomar la decisión de abrir esa puerta desde adentro.» El Dr. Covey plantea un modelo de siete hábitos.

Los tres primeros tienen que ver con la persona de una manera particular; es decir, son actitudes denominadas victorias privadas. Los tres siguientes tienen que ver con la forma como nos relacionamos con quienes a diario convivimos y se llaman victorias públicas. La secuencia sugerida es correcta, pues primero tenemos que aprender a ser independientes, para luego ser interdependientes. La independencia nos da fuerza para actuar, nos libera de depender de las circunstancias y de otras personas; sin embargo, no es la meta final de una vida eficaz. Por otro lado, ser interdependiente significa que si trabajamos juntos, se puede lograr más de lo que podría lograr una persona sola.

Si se quiere tener éxito en la vida ya sea familiar o en la empresa, hay que llegar a manejar con mucha destreza la interdependencia; no podemos olvidar que las personas dependientes necesitan de otros para conseguir lo que quieren; en cambio, las personas independientes se bastan a sí mismas. Las personas interdependientes combinan sus esfuerzos con los esfuerzos de otros para lograr un mayor éxito.

El séptimo hábito tiene que ver con la importancia de preservar y acrecentar nuestras capacidades, dependientes del cuidado que tengamos con nuestra propia vida.

Los siete hábitos llevan a la persona a un continuo crecimiento y desarrollo. Nacemos dependientes, nos transformamos en independientes y maduramos hasta tornarnos interdependientes.

Un hábito es una intersección de conocimientos (el qué y el por qué, de capacidades (el cómo) y de deseos (el querer). Los hábitos deben fundamentarse en lo que creemos y queremos, pues dependen de nosotros mismos. Son factores poderosos en nuestras vidas, son pautas coherentes, a menudo in-conscientes, que expresan nuestro carácter y generan nuestra eficacia o ineficacia.

Veamos a continuación en qué consiste cada uno de los siete hábitos que propone el Dr. Covey.

El primer hábito se refiere a la importancia que tiene ser proactivos.

Implica ser responsables de nuestra propia vida, eso conlleva tener la iniciativa y responsabilidad de las cosas que sucedan. Debemos tener bien claro que la gente trascendental es la que tiene el coraje para cambiar lo que le estorba para su realización. Sin embargo, se debe tener presente que en la vida nos enfrentamos a tres tipos de problemas o retos: los directos, que se resuelven haciendo algo; los indirectos, que se resuelven mediante nuestro trabajo con otros, y aquello sobre los que no se tiene control, los cuales se resuelven aprendiendo a vivir con ellos. En síntesis, la primera victoria privada se logra siendo proactivo.

El segundo hábito consiste en tener bien claro y definido el objetivo hacia el cual se canalizan los esfuerzos.

Esto implica visualizar hacia dónde se quiere ir y qué es lo que se desea; de esta manera, los pasos siempre van encaminados en la dirección correcta. Iniciar pensando en un objetivo se basa en el principio de que todo se crea dos veces: primero mental y luego físicamente. La forma más eficaz para empezar pensando en el objetivo es elaborar o plasmar la misión personal, familiar y organizacional; ésta se centra en lo que uno quiere ser y hacer, para tener un punto a dónde llegar. En la vida nos encontramos con diferentes puntos o centros de referencia, como lo son el cónyuge, la familia, el dinero, el trabajo, el placer, la iglesia, los amigos, etcétera. Al centrarnos en principios correctos, dándole la verdadera dimensión a cada centro, creamos una base sólida para los cuatro elementos de la vida y así de esta manera aseguramos la segunda victoria privada.

El tercer hábito implica entender muy bien, de que primero es lo primero

Por ello Goethe decía: «Lo que importa más, nunca debe estar a merced de lo que importa menos.» Esto significa que una vez que se tiene en mente bien claro qué queremos y deseamos, ahora corresponde llevar a la práctica lo que uno se imaginó y se ha trazado como meta a cumplir. Este hábito permite que los valores subordinen los impulsos o deseos a la misión personal. La actitud o hábito de primero es lo primero, implica aprender a jerarquizar las actividades en una correlación directa a la obtención de resultados. Para ello se recomienda el uso de la matriz de la administración del tiempo:

Cuadrante Actividades
I Urgente e importante
II Importante, no urgente
III Urgente, no importante
IV No urgente, ni importante

Urgente implica que requiere atención inmediata; e importante tiene que ver con los resultados. No se debe olvidar tener presente la ley de Pareto, que implica que el 80% de los resultados provienen del 20% de las actividades. Este hábito es fundamental para el logro de resultados, tan necesario en el líder transformacional. Esta cultura de jerarquizar correctamente las actividades es efectiva, porque se centra en principios, está dirigida a la conciencia moral, define la misión de cada quien incluyendo valores y metas a largo plazo, ayuda a equilibrar la vida identificando roles y proporciona un contexto amplio, a través de la organización semanal.

Después de haber analizado los tres primero hábitos orientados a las victorias particulares, ahora veamos los tres hábitos enfocados a lograr el éxito en las relaciones con los demás, que nos llevan a una constante interdependencia.

El cuarto hábito tiene que ver con una actividad que constantemente llevamos a cabo: tener que concertar o tener que negociar

Se concierta con los colaboradores, con el jefe, con los clientes, con los proveedores, con los miembros de la familia, etcétera. En este proceso de concertar es fundamental pensar siempre cómo ganan ambas partes (ganar-ganar), para tener una relación exitosa y duradera. Porque todos sabemos que si en la interacción se da un resultado de ganar-perder, perder-ganar o, perder-perder, a la vuelta del tiempo no se podrá tener un liderazgo transformacional. Para que se logre el resultado de ganar-ganar, se requiere contemplar el problema desde el punto de vista del otro, identificar los factores claves implicados, determinar qué resultados constituirán una solución totalmente aceptable para ambas partes e identificar nuevas opciones para alcanzar dichos resultados.

El quinto hábito se refiere a la importancia que tiene vivir la cultura de primero comprender, para después ser comprendido

Por ello Pascal decía: «El corazón tiene sus razones que la razón no comprende.» Este hábito es el principio más importante de las relaciones interpersonales. Comprender su-pone escuchar con empatía; de otra manera, sólo ignoramos, fingimos o escuchamos selectivamente a la otra persona y esa actitud no nos permitirá comprenderla. Comprender es un enfoque de adentro hacia afuera. Este hábito ayuda a tener de parte de los demás una gran estima y reconocimiento, adicionalmente promueve el trabajo en equipo.

El sexto hábito consiste en buscar en todo tipo de actividad y decisiones siempre el efecto de la sinergia

Esta actitud pone a prueba todos los otros hábitos reunidos. Recordemos que sinergia significa que el todo es más que la suma de las partes. La esencia de la sinergia consiste en valorar las diferencias, respetarlas, compensar las debilidades, construir sobre las fuerzas. La sinergia es motivante, pero requiere de altos niveles de confianza y cooperación, para llegar a una actitud de ganar-ganar. La sinergia maximiza la fuerza creadora, es la eficacia en una realidad interdependiente que desarrolla la creatividad y la unidad entre los seres humanos. Por las razones expuestas, no se es líder transformacional si no se cree y vive esta cultura de sinergia como forma de ser y trabajar.

Por último, el séptimo hábito es fundamental para que se den los seis anteriores: «afilar la sierra».

Consiste en preservar y mantener en excelente estado nuestro ser en las cuatro dimensiones propias de nuestra naturaleza humana: física, mental, emocional y espiritual. Si no se logra mantener en buen estado dichas dimensiones, es difícil por no decir imposible vivir un auténtico liderazgo transformacional.

Veamos brevemente qué implica mantener bien cada una de las dimensiones. La dimensión física involucra comer apropiadamente, realizar ejercicios físicos con regularidad y descansar lo suficiente. La dimensión mental involucra organizar y planificar las actividades, la educación continua, el aprender por cuenta propia. La dimensión emocional involucra incrementar el aprecio por parte de los demás, la armonía en nuestra vida diaria y una cultura de servicio a los demás. Por último, la dimensión espiritual involucra el compromiso con los valores, la búsqueda de la verdad, el aceptar la relación con lo divino como fin último del ser humano.

Como se puede comprobar, este enfoque del Dr. Covey reafirma las diferentes características que se describieron en el apartado referente al perfil del líder transformacional, de ahí que nuestro objetivo sea presentar este modelo como una alternativa para lograr el liderazgo al que hemos hecho referencia.

¡Qué tal! Está padrísimo lo que estas estudiando ¿verdad? A poco no tienes unas ganas inmensas de iniciar tu propio negocio y, sobre todo de cambiar en ti, aquellas actitudes que te han perjudicado hasta el momento. Recuerda, que para modificar nuestro entorno tenemos que cambiar primero nuestro interior con el fin de que emane de él lo bueno y positivo. ¡Tú lo tienes aunque no lo creas¡ Déjalo salir, no pongas trabas. Sé tú mismo.

Existe un dicho popular que dice: «Si las cosas que valen la pena se hicieran fácilmente, cualquiera las haría». Esto es muy cierto. Lo que más trabajo nos cuesta es lo que más valoramos. En cambio, si se nos regala algo ni cuidado le ponemos. No es fácil cambiar de la noche a la mañana nuestro modo de ser y ver las cosas, tenemos que hacerlo lentamente, pero hacerlo. Es una labor ardua, más a largo plazo, bastaste alentadora y motivante. Es importante, por ello ser congruente con lo que hablamos, hacemos y pensamos. Ser auténtico abre muchas puertas a lo largo de nuestro caminar. Déjalas así, no sabes en que momento puedas requerir de un refugio o apoyo. Ese es otro secreto del éxito. ¡No lo olvides!.

Es primordial que vayas definiendo que tipo de líder quieres ser, esto te ayudará a prepararte psicológicamente y también a determinar cómo dirigirás tu futuro negocio. ¿Por qué vas a contar el con tuyo propio, verdad? ¡Me encanta, tu entusiasmo! Es más, casi estoy segura que ya estás pensando que giro puede tener tu nueva empresa. ¡Bien!

Si comienzas desde hoy a disciplinarte en tu vida, en tus quehaceres diarios, en tus hábitos, será bastante fácil que lo puedas efectuar en cualquier ámbito donde te desenvuelvas, hasta para iniciar un negocio. ¿No es tan complicado o sí? Será tan fácil o tan difícil como tú lo desees.

Es importante que consideres los aspectos anteriores y los tomes en cuenta para tu formación personal y profesional.

Fuente: Apuntes de Desarrollo empresarial de la Unideg