El ruido

Un sonido indeseable recibe el nombre de ruido. Dos aspectos del ruido afectan a la producción.

Uno es la pérdida potencial de la audición, que puede ser el resultado de una exposición continua a niveles de sonido muy altos.

El otro aspecto es el efecto molesto que contribuye a que sea más baja la eficiencia del trabajador. Al igual que en la iluminación, no existen niveles definidos que delimiten las regiones de un rendimiento bueno o malo, ni un punto exacto en donde se desarrolle la pérdida de la audición.
Decibeles
La unidad oficial para la medición del ruido es el decibel, una relación logarítmica de un nivel determinado de sonido a un valor estándar que es el umbral definido de sonido audible (0.0002 dinas por centímetro cuadrado).

Las calificaciones indican que la energía sonora de una oficina tranquila es 104 = 10,000 veces mayor que la del nivel umbral, o que 40 decibeles (db) es 100 veces mayor que 20 db.

En la localización de la planta debe considerarse el aspecto de las relaciones públicas sobre el ruido de la fábrica en áreas residenciales.

Se ha comprobado abundantemente que una exposición prolongada a niveles altos de ruido contribuye a le pérdida de le audición, pero existe poca concordancia respecto a la duración e intensidad.

La mayor parte de los expertos aseveran que los efectos dañinos pueden esperarse de niveles de ruido mayores que 100 db; la zona entre 100 y 90 db es dudosa.

Se cree que la pérdida de la audición se experimenta más a frecuencias más altas (en el intervalo de 4000 cps) que a frecuencias más bajas (de 1000 a 2000 cps), y con un impacto no continuo de ruido que con el ruido continuo de la misma intensidad.

Aunque las condiciones que conducen a la pérdida de la audición no están definidas, los gerentes de producción deben conseguir la información disponible porque la sordera por el trabajo es una cuestión potencialmente peligrosa. Las demandas de compensación por la pérdida de la audición podrían ser enormes.

El ruido muy por debajo del nivel del darlo físico contribuye a obtener un menor rendimiento del trabajador.

Los sonidos de tipos peculiares—infrecuentes, irregulares, de alfa frecuencia o resonantes – distraen Une sirena es útil para atraer la atención cuando está relacionada con un servicio de emergencia; pero el mismo sonido se convierte en una distracción de igual potencia cuando los trabajadores no tienen necesidad de estar interesados.

Cualquier aumento en el nivel de ruido tiende a aumentar la tensión muscular y consecuentemente eleva el gasto de energía. Los trabajadores tienden a fatigarse con más rapidez y se vuelven nerviosos e irritables en un ambiente ruidoso.

Gradualmente se logra un grado de tolerancia con la exposición continua; pero, insistimos, no hay manera de determinar el efecto exacto en la productividad.

El sonido de un zumbido constante de poca variación puede tener un efecto hipnótico que contribuye a causar accidentes.

Fuente: Apuntes de Introducción de Sistemas de Producción de la Unideg