La lógica como ciencia formal

Introducción

Las primeras formas de comprensión de la realidad que los seres humanos desarrollaron en la antigüedad fueron producto del conocimiento inmediato, de la captación sensorial de los objetos que los rodeaban, expresándolas por medio del lenguaje y consistían en representaciones sensibles descritas en forma de mitos y leyendas, constituyéndose en sistemas de creencias religiosas con un carácter normativo de la existencia humana.

El lenguaje nos proporciona las herramientas mentales, la habilidad para dar razones de lo que sabemos. En la experiencia diaria, esperamos que las personas tengan razones para lo que dicen o hacen; es decir buscamos un principio de racionalidad una lógica. Lo que parece una buena razón, puede variar de acuerdo con las circunstancias y costumbres.

Concepto de lógica

El estudio o la ciencia de las leyes del pensamiento, pero también se puede decir que es la ciencia del razonamiento y además nos da un método y unos principios para distinguir el razonamiento correcto del incorrecto, el bueno del malo.

La lógica es un saber teórico – práctico; es teórico porque describe las leyes del pensamiento, los raíles por donde circula; y es práctico porque nos enseña a razonar, nos da las normas para pensar correctamente.

Antecedentes históricos de la lógica

Para comprender el fenómeno del rayo se generó el mito de que Zeus expresaba su furia o enojo lanzando rayos, lo que explicaba el hecho de que si algún ser humano desafortunado moría por un rayo lo atribuían al hecho de haber desafiado a los dioses, y específicamente por realizar actos que contravenían las órdenes de Zeus.

Más tarde se fueron perfeccionando ciertas técnicas empíricas de observación y explicación de los fenómenos que gestaron la distinción y discrepancia entre el conocimiento sensorial y el racional, dando así origen a la Filosofía griega (siglo VI a.C.) que se fue caracterizando y perfeccionando por la racionalidad en oposición con la experiencia. De ahí que las primeras explicaciones filosóficas de la realidad se dieran tomando elementos naturales como causas de todo lo que existe, como el agua, el aire, el fuego, etc., producto de la observación y de la reflexión.

Sin embargo, en el periodo presocrático (siglos V y IV a.C.) algunos pensadores exageraron la racionalidad a tal grado que utilizaron expresiones pseudológicas que mostraban la imposibilidad del movimiento, restándole importancia al conocimiento sensorial.

Son representativos los conceptos de Zenón de Elea (490-430 a.C.), discípulo de Parménides de Elea (530-460 a.C.), en los que se aprecian las argumentaciones por reducción al absurdo y que representan el antecedente del principio lógico de no contradicción.

Fue Sócrates (470-399 a.C.) quien inició la Lógica Aristotélica con la creación de la filosofía del concepto que rechaza el Relativismo y el Escepticismo de los sofistas. Pretendió obtener conocimientos universalmente válidos para lo cual partió de la experiencia concreta y singular de sus interlocutores para elevarse a ideas generales.

Más tarde, su discípulo Platón (428-348 a.C.) estableció la diferencia entre la opinión (doxa) y la ciencia (episteme), donde la opinión es producto de la acción de los sentidos y la ciencia es el resultado del ejercicio de la razón en el conocimiento de las ideas.

Estos antecedentes y otras circunstancias fueron las condiciones necesarias y suficientes para que Aristóteles (384-322 a.C.), discípulo de Platón, construyera de forma sistemática lo que él llamó El Organón, que significa instrumento, y que aplicó como método en la elaboración de la ciencia, por lo que se le considera como el Padre de la Lógica de la Antigüedad.

Estableció los principios lógicos de identidad, de no contradicción y de tercero excluido; propuso la teoría del concepto, del juicio, del razonamiento, de la argumentación, de la probabilidad, de la verdad, y trató el problema de las ciencias deductivas y de las ciencias experimentales.

No fue Aristóteles quien le puso nombre a la Lógica, sino sus discípulos, los cuales al darse cuenta de que los apuntes tomados en las clases de su maestro continuamente se referían a la razón, decidieron darle el nombre de Lógica (logiké), que significa lo relativo a la razón.

Por lo ambiguo e impreciso que puede resultar el modo de organizar y argumentar nuestras ideas, es necesario que se estructuren de forma lógica y precisa para comunicar con exactitud lo que pensamos a nuestros semejantes. De igual manera resulta imperante para el científico o todo aquel que hace ciencia, contar con un sistema de reglas que permita una argumentación sólida de lo que asevera o niega.

La lógica y otras ciencias

Aunque durante siglos ha sido considerado un saber filosófico, y se sigue enseñando en las facultades de Filosofía, la Lógica es también una ciencia formal, ligada a las Matemáticas, y en los últimos años tiende a constituirse en ciencia autónoma (Se desarrolla principalmente en las escuelas de Informática).

De hecho, en muchos manuales de Filosofía hay sólo menciones a la Lógica, pero creemos que sólo se entiende la Lógica cuando se hace un poco de Lógica.