Juan Calvino y la reforma de Ginebra

Introducción

Juan Calvino, Pensador religioso nacido en Francia y cuya vida transcurrió de 1509 a 1564, puede ser considerado como el continuador de la Reforma protestante, impulsada inicialmente por Martín Lutero.

Hacia 1533 y 1534 renuncia a sus beneficios eclesiásticos y abandona el catolicismo para profesar las tesis de la Reforma protestante. En 1536 termina de escribir su obra principal que es Institución de religión cristiana, y se convierte en líder religioso que encabeza la Reforma protestante en contra del catolicismo.

La doctrina de Calvino

En 1559 funda en Ginebra una universidad que llega a convertirse en el centro intelectual de la Iglesia reformada. Y en su calidad de líder reformista eclesiástico y religioso, sus enseñanzas son escuchadas y respetadas por sus discípulos, como a las de un verdadero maestro.

Conforme a la doctrina de Calvino el éxito económico en la vida social del hombre, es un signo de aceptación que lo salva de la culpa y el castigo proveniente del pecado original. Tesis ésta que según Max Weber en su texto La ética protestante y el surgimiento del capitalismo, se encuentra en las bases mismas del surgimiento del capitalismo moderno.

De la primera a la segunda estadía en Ginebra

En Basilea, Calvino toma el seudónimo de “Lucianus“, un anagrama de la forma latina de su nombre, Calvinus. Sigue trabajando en su catecismo para los reformados de habla francesa. Termina la obra en agosto de 1535, y se imprime en marzo del año siguiente.

Aparte de la redacción este catecismo que titula “Institutio christianae religionis“ (Institución de la Religión Cristiana), sigue estudiando la Biblia, las obras de Martín Lutero, Felipe Melanchthon y Martín Bucero. A más tardar ahora aprende hebreo y lee los escolásticos. Debe haber trabajado muchísimo.

En abril de 1536, justo después de la publicación de su “Institutio“, Calvino viaja a París para ver a sus hermanos. De ahí quiere seguir a Estrasburgo donde espera encontrarse con Bucero y otros correligionarios. Sin embargo, no puede tomar el camino más directo porque una vez más el rey Francisco I. de Francia y el emperador Carlos V. estaban en guerra.

Así es que va por Lyon y Ginebra – con consecuencias considerables. Porque justamente ahí en Ginebra se produce el famoso encuentro entre Guillermo Farel y Juan Calvino.

Teología de Calvino

La teología de Calvino tiene muchos matices y es muy detallada; su Institutio (la versión final data del año 1559) es la primera dogmática evangélica extensa. La renovación reformatoria llega en ella a su auge enfrentándose a la tradición escolástica y dialogando permanentemente con las escritos completos del Antiguo y Nuevo Testamento.

La Institutio demuestra que el pensamiento calvinista está marcado por dos polos complementarios: Por un lado, se enfatiza la gloria, la majestuosidad y la omnipotencia de Dios encarnado en Cristo.

Por el otro lado (no inferior al primero) se trata de la salvación de los hombres. Aquí Calvino se muestra como discípulo (independiente) de Lutero. Las dos cosas, la gloria de Dios y la salvación del hombre, están bien unidas. Son justamente la salvación del hombre y la encarnación donde se manifiesta la gloria de Dios.