Enfermedades frecuentes en adultos mayores

Introducción

Hay enfermedades que son propias de la vejez y los cambios que van produciendo con la edad. Conocerlas es interesante sobre todo por saber cuales son sus síntomas iniciales para acudir al especialista. Las condiciones de vida para las personas de la tercera edad son especialmente difíciles, pues pierden rápidamente oportunidades de trabajo, actividad social y capacidad de socialización.

En muchos casos se sienten postergados y excluidos, en países desarrollados, en su mayoría gozan de mejor nivel de vida, son subsidiados por el Estado y tienen acceso a pensiones, garantías de salud y otros beneficios.

Características del envejecimiento

Las notas que caracterizan el envejecer son:

Deterioro de los sistemas y las funciones: originados por el desgaste de los años vividos.
Menor adaptabilidad: por disminución de los mecanismos de reserva de los órganos.
Mayor enfermabilidad: favorecida por la incrementada vulnerabilidad orgánica y psíquica.
Disminución del valimiento personal: causado por la reducción en la capacidad de ser autónomo.
Tendencia al aislamiento: al no disponer de suficiente recursos psicofísicos para permanecer en la corriente social dominante.
Sensación de acabamiento: sostenido por la menor vitalidad y disponibilidad personal y la amenaza que representa la última edad.

La enfermedad en la vejez

La enfermabilidad es una de las notas características del envejecer y viene condicionada por la vulnerabilidad de la edad avanzada.

Las enfermedades en la vejez están constituida por:

Invalidez, al no poder realizar lo que quiere o lo que necesita.
Molestia, en cualquier grado de aflictividad que se extiende desde el disconfort al dolor visceral.
Amenaza, al sufrir la pérdida de la integridad de las funciones y hacerse próxima la sensación de la disolución vital.
Succión, al atenazar la atención de la persona las sensaciones del desajuste orgánico.
Soledad, determinada por la imposibilidad de transmitir las vivencias que la enfermedad acarrea.
Anomalía, nacida de la clara percepción de que los sanos se hallan en el ámbito de la normalidad.
Recurso, por servir siempre de centro de los cuidados del entorno humano que le asiste o por aprovechar la enfermedad para obtener otros beneficios legales, laborales o sociales.

Las enfermedades de la vejez

Cuando se examinan por órganos, sistemas y aparatos, los cuadros patológicos que más a menudo aparecen en el anciano son:

Aparato digestivo: reflujo gastroesofágico, ulcera gástroduodenal, colecistopatía calculosa, colecistitis, cáncer de colon.
Aparato respiratorio: neumonia, gripe, bronquitis crónica, enfisema, EPOC, cáncer de pulmón.
Aparato cardiocirculatorio; infarto de miocardio, angina de pecho, insuficiencia cardíaca, enfermedad embólica, hipertensión, hipotensión ortostática, arterioesclerosis obliterante, tromboflebitis, síndrome varicoso.
Sistema nervioso: síndrome demencial, enfermedad de Parkinson, ictus cerebrales con hemiplejías, epilepsia, neuropatías periféricas.
Aparato sensorial: cataratas, glaucoma, sordera, síndrome vertiginoso.
Aparato urinario: hiperplasia prostática, incontinencia urinaria, infecciones urinarias, cáncer de próstata, litiasis urinaria, cáncer de vejiga, insuficiencia renal.
Sistema osteoarticular: Artrosis, fracturas, osteoporosis, artritis metabólicas, enfermedad de Paget.
Enfermedades endocrinas y metabólicas: Diabetes, hipotiroidismo, deshidratación, hipokalemia, obesidad, malnutrición.
Sistema psíquico: depresión, ansiedad, sindromes delirantes.