La rosa de Jericó fundamentos

La rosa de Jericó es una planta originaria de los desiertos de Arabia y las inmediaciones del mar Rojo, estando también presente en Palestina y Egipto. No crece de forma nativa en la ciudad de Jericó. Es una planta con gran resistencia a la desecación.

Sus ramas tienen la propiedad de contraerse con la sequedad, permaneciendo cerradas y secas durante muchísimos años, volviendo a abrirse con la humedad o al contacto con el agua, recobrando toda su frescura y belleza. Sus raíces son muy pequeñas y en estado latente, cuando ha pasado por un periodo seco, adquiere forma prácticamente esférica, formada por sus hojas recogidas siendo inapreciable el tamaño de las raíces que apenas sobresalen de esta formación.

Por ello es fácil que el propio viento la arranque, levante y la arrastre grandes distancias, convirtiéndolas en viajeras obligadas a través de estepas y desiertos cruzando las fronteras de diversos países de Asia y diseminando sus semillas por todos ellos.

Desde tiempos remotos se utilizaba como elemento adivinador del clima, ya que al ser un vegetal higrómetro, el sabio o chamán, lo pronosticaba con acierto. En tiempo seco la planta permanece completamente cerrada; en tiempo húmedo, se abre con lentitud; si amenaza lluvia, se abre de manera muy vistosa y con más o menos rapidez según sea la proximidad de descarga de las nubes. La historia cuenta que antiguamente los comerciantes de esta ciudad las traían de Arabia como preciados talismanes para bendecir sus casas y negocios.

Fuente: Wikipedia.org y larosadejerico.com