Tanto en los animales como en los vegetales, el catabolismo representa la respiración celular, es decir la oxidación de los nutrientes con liberación de energía, dando como productos finales anhídrido carbónico y agua.
Parte de la energía se conserva en forma de ATP (trifosfato de adenosina) y parte en forma de átomos de hidrógeno ricos en energía, transponados por el NADPH, forma reducida del coenzima fosfato del dinucleótido de adenina de nicotinamida.
La energía almacenada en forma de ATP es utilizada por los organismos para desarrollar sus funciones vitales para la producción de calor.