Las preguntas abiertas son muy indicadas para comenzar la entrevista. Por ejemplo: ¿qué opinas sobre la legalización de drogas en nuestro país? Ésta podría ser una pregunta que despierta el interés del entrevistado.
La elaboración de preguntas abiertas puede proporcionarnos mucha información que no obtendríamos con el método de preguntas cerradas. Sin embargo, las preguntas abiertas también ofrecen algunos problemas que conviene comentar. Primero, es más difícil su codificación. Segundo, los entrevistados pueden divagar, especialmente cuando ellos mismos no tienen muy clara la respuesta. Y tercero, las preguntas abiertas no provocan gran interés de respuesta en los entrevistados, ya que hay que estimularlos para que piensen las respuestas de manera espontánea.
Una variante de las preguntas abiertas es la posibilidad de anotar las respuestas de antemano, aun cuando el entrevistado no lo sepa. Por ejemplo, se pregunta de manera abierta:
¿Cuál tu nivel de ingreso promedio mensual?
Y el entrevistador anota la respuesta marcando la información del entrevistado:
Menos de _____ Entre ______ y Entre ______
Otra variante son las preguntas abiertas con opción múltiple:
¿Te afeitas con máquina eléctrica, con navaja común o con navaja de rasurar?