El liberalismo es una ideología (o una corriente que agrupa ideologías distintas) basada en la primacía del individuo sobre el colectivo y, por tanto, en el obligatorio reconocimiento de las libertades individuales como inalienables. Esas libertades incluyen la de pensamiento, expresión y religión pero también las económicas, bajo la base de la libre disposición de la propiedad legítimamente adquirida.
Se suele considerar a John Locke como el primer pensador liberal, siendo su segundo Tratado sobre el Gobierno Civil la obra seminal de esta ideología. David Hume y los economistas clásicos como Adam Smith y David Ricardo continuaron esta línea de pensamiento, especialmente en lo que se refiere al librecambismo, o laissez faire.
En cuanto a la política, la ideología liberal encuentra sus bases en Montesquieu y en los padres fundadores americanos. Parte del hecho de que no hay personas ni sistemas perfectos, y por lo tanto el Estado debe ser un conjunto de pesas y balanzas en el que se contrapesen los distintos poderes que ostenta sobre el individuo, para que ninguno pueda devenir en tiranía.
El neoliberalismo como doctrina económica empieza a construirse y a perfecccionarse con importantes ideólogos, como Friedrich Hayek o Milton Friedman que revitalizan la ideología liberal ya clásica.
A mediados de los setenta el impulso keynesiano se revirtió, para ser remplazado por un renacido neoliberalismo apoyado en las dislocaciones sociales y económicas asociadas con la época, como la guerra de Vietnam y los choques de precios del petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El liberalismo económico defiende la no intromisión del estado en las relaciones comerciales y laborales entre los ciudadanos. De acuerdo con Milton Friedman, la libertad de mercado propone un mecanismo continuo que permite que los agentes económicos estén siempre en función del otro y se rijan por la ley de la oferta y la demanda. Es decir, que la demanda de un producto exige la continuidad y aumento de la producción y precios. La necesidad de producir más, implica la creación de empleos y la demanda de más recursos.
Dentro de los aspectos que caracterizan el neoliberalismo económico se encuentran, los siguientes:
– Defienden un mercado altamente competitivo.
– Aceptan la intervención del Estado en la economía, como árbitro o promovedor de la libre competencia.
– Se oponen al acaparamiento y a la especulación.
– Se oponen a la formación de monopolios y oligopolios
– Se oponen a la fijación compulsiva de salarios por el Estado.
– Rechazan la regulación de precios por el Estado, ya que deben fijarse en base a la relación oferta/demanda.
– Se oponen a la creación compulsiva de empleo.
– Se oponen al gasto público burocrático.
– Defienden el libre comercio internacional.
– Defienden la libertad de contratación del trabajo y la libre movilidad de los factores de producción.
Esto significa que entre países no hay barreras arancelarias para los bienes económicos y las finanzas internacionales o inversiones bursátiles, el que tengan mayor atracción en ganancias y utilidades ganara los capitales que se mueven rápidamente.
En la actualidad se nota la velocidad y la preocupación cuando salen las inversiones de los países emergentes o en vías de desarrollo que se ubican donde obtienen mayores ganancias dejando en los países afectados el déficit en divisas y en deuda publica que se acumula en la balanza de pagos de sus respectivos países. A este fenómeno se le conoce con el nombre de liberación comercial y financiera en economías internacionales en los mercados de asignación de los recursos. Actualmente se cuenta con instituciones para apoyar en situaciones apremiantes a los países emergentes, estas son: Fondo Monetario Internacional (FMI); el Banco Mundial (BM).