Conforme avanza la sesión, el umbral de residencia a hacer revelaciones personales debe disminuir, y los participantes se conducen mutuamente hacia un ambiente de menor inhibición. Si algún participante hace una afirmación atrevida, egoísta o inaceptable a los ojos de los demás, esto anima a otro a reafirmar, a contradecir o definir.
Los demás sienten que la atmósfera es más permisiva y empiezan a expresarse con mayor libertad y a exponer puntos de vista que fuera del grupo no hubieran expuesto:
Las principales ventajas de las sesiones de grupo son:
La estimulación mutua aumenta la capacidad de pensar: Dos personas pueden producir más ideas que una, tres más que dos, o diez por separado ofrecen menos material que en un grupo de discusión, porque los integrantes del grupo estimulan mutuamente su productividad.
La censura social hace a las personas hablar con la verdad: En una entrevista individual las personas pueden exagerar, pero en una reunión donde podrían ser juzgados como mentirosas, exageradas o irresponsables, suelen comentar sus experiencias con la mayor objetividad posible.
Estimulación de la participación: En un grupo bien integrado se fomenta la confianza, el buen humor y el interés por llevar a cabo el “trabajo” de contribuir con su punto de vista. Este entusiasmo se nota, sobre todo, en la voluntad de proseguir la discusión y de repetir la situación; también se evidencia en las despedidas efusivas y en los comentarios favorables sobre la discusión, en el sentimiento que se abriga una vez concluida ésta, y en las expresiones de simpatía hacia los demás participantes.
Las principales desventajas son:
– Debido al escaso número de participantes, la muestra nunca es representativa, para que la muestra sea representativa es necesario elevar considerablemente el número de discusiones, lo cual resulta impracticable por el tiempo y el costo. El problema es mayor cuando se busca un tipo determinado de consumidores, como grupos de bebedores, de obesos, de calvos u otras características.
– Algunos participantes absorben y denominan la discusión y hacen que se pierda la opinión del grupo. La única medida contra esto es la intervención firme y prudente del conductor de la sesión. Sin embargo, la dinámica de grupos generalmente se orienta más a contradecir que a seguir a los líderes.
– No se consigue mucha intensidad cuando los esfuerzos se encaminan a la exploración de los individuos. Conviene recordar que lo importante es la intensidad en exploración del grupo, no de los individuos.
– Recordemos que las sesiones de grupo son meramente exploratorias. Por ello, mediante esta técnica no se pueden obtener resultados cuantitativos. Por lo tanto, no pueden realizarse cálculos de cuánto podremos vender o cuál es el tamaño del mercado potencial. Sin embargo, los datos obtenidos sí pueden utilizarse como base para elaborar posteriormente una encuesta o cuestionario aplicable a una muestra representativa y valuable en forma estadística.
– Permitir que se filtren las tendencias y opiniones del investigador resulta peligroso. La presencia de dos investigadores puede dar objetividad a la interpretación o impedir la filtración de tendencias personales.
– Se ha visto que esta técnica no hace aportaciones al tratar de investigar las razones de la conducta rutinaria o las características de productos muy estandarizados, porque se obtiene mucho material convencional sin importancia. La discusión de grupo no sustituye a la entrevista individual; es un acercamiento diferente a las motivaciones del consumidor.