El dinero tiene otras funciones, entre las que destacan las siguientes:
La función más importante de medio de cambio. Sin él estaríamos vagando constantemente en busca de alguien con quien realizar un trueque. A menudo recordamos su utilidad cuando no funciona debidamente, como ocurrió en Rusia a principios de los años noventa, cuando la población tuvo que hacer largas colas para comprar bienes y trato de conseguir dólares u otras monedas extranjeras porque el rublo había dejado de ser un medio aceptable de cambio.
En síntesis un medio de cambio es un objeto que se acepta generalmente a cambio de bienes y servicios. El dinero cumple esta función. Sin dinero seria necesario intercambiar bienes y servicios directamente por otros bienes y servicios. Este tipo de intercambio se conoce como trueque.
El dinero también se utiliza como unidad de cuenta, es decir, como unidad con la que se mide el valor de las cosas. De la misma manera que medimos el peso en kilogramos, así medimos el valor en dinero. La utilización de una unidad común de cuenta simplifica enormemente la vida cotidiana.
Del principio económico derivado de las necesidades ilimitadas del individuo y de recursos limitados para atenderlas se deriva el concepto de costo oportunidad que induce al consumidor a renunciar al disfrute de un bien “x” para obtener un bien “y”. De esta manera, el dinero como unidad de cuenta permite realizar los cálculos aritméticos necesarios en virtud de que los más diversos bienes y servicios ofrecidos en el mercado tiene como común denominador su precio expresado en unidades monetarias.
El dinero se utiliza también como deposito de valor; pues permite transportar valor a lo largo del tiempo. En comparación con los activos arriesgados, como las acciones o la propiedad inmobiliaria o el oro, es relativamente poco arriesgado. Antes el público tenía dinero en efectivo porque pensaba que era una forma segura de tener riqueza. Actualmente, cuando se busca un lugar seguro para preservar la riqueza, se deposita en activos como los depósitos a la vista (M1) y los fondos de inversión en el mercado de dinero (M2). Sin embargo, la mayor parte de la riqueza se mantiene en otros activos, como las cuentas de ahorro, acciones, bonos y propiedad inmobiliaria.