La cinética enzimática comprende el estudio de los factores que participan y regulan las reacciones químicas catalizadas por enzimas. Las leyes generales de la catálisis y de las interacciones químicas son aplicables a estas reacciones, excepto por un factor específico de las enzimas que es su estabilidad, con el peligro de su desnaturalización y la pérdida de su capacidad catalítica, además de la saturación por el sustrato.La única manera de caracterizar funcionalmente una enzima es por medio del análisis integral de su cinética que comprende diversos factores como el tiempo de reacción, la concentración de la enzima y del sustrato, etc.
Las enzimas se cuentan siguiendo la velocidad de reacción que catalizan y se acepta que la velocidad es proporcional a la cantidad de enzima presente. La actividad enzimática se mide por la desaparición del sustrato o la aparición de algunos de los productos de la reacción, siguiendo dichos cambios en el tiempo. En general hay que considerar que las condiciones del sistema no son uniformes a lo largo del tiempo, o que los productos suelen inhibir a la enzima, o que se modifica el pH por la reacción, etc. (observar la gráfica siguiente)
Para evitar estos problemas, se hace la medida de la velocidad inicial, tomando en cuenta sólo el comienzo. La unidad más usada de actividad enzimática se define como la cantidad de enzima que transforma una micromola de sustrato por minuto a 25°C en condiciones óptimas, es decir sin limitación de sustrato, cofactores y activadores, pH óptimo, etc.
La actividad específica se refiere al número de unidades de enzima por miligramo de proteína. La actividad molar o molecular es el número de moléculas de sustrato transformadas por una sola molécula de enzima (o por un sólo sitio activo) por minuto en condiciones óptimas.