Para mantener la salud del corazón y del sistema vascular es imprescindible seguir una dieta equilibrada y practicar ejercicio físico de forma regular.
En este escenario la Fundación Española del Corazón y la Sociedad Española del Corazón publican un decálogo que se hace indispensable para mantener alejados los factores de riesgo cardiovascular:
- Seguir una alimentación cardiosaludable, equilibrada y variada. Incrementar el consumo de frutas, verduras, hortalizas, pescado, aceite de oliva, carnes magras, cereales y lácteos desnatados, y limitar la sal, los azúcares y el alcohol.
- Realizar 30 minutos diarios de ejercicio físico.
- No fumar.
- Controlar el peso. Mantener el Índice de Masa Corporal (IMC) dividiendo el peso (kilos) entre la altura (metros) elevada al cuadrado. Si el resultado da más de 25 kg/m² se considera sobrepeso; mayor de 30 kg/m², obesidad.
- Controlar la grasa abdominal. El perímetro a nivel del ombligo debe ser inferior de 88 cm para las mujeres y de 102 para los hombres.
- Vigilar la tensión arterial. Una persona sana o hipertensa debe tener unas cifras inferiores a 140/90 mmHg. Si se tienen antecedentes de enfermedad renal, cardiovascular, cerebrovascular o diabetes, las cifras óptimas deben ser inferiores a 130/80 mmHg.
- Mantener niveles de colesterol y glucosa correctos. Las cifras de colesterol total es importante que estén por debajo de 90 mg/dl de colesterol total y la glucosa inferior a 110 mg/dl (en ayunas).
- Conocer el propio riesgo cardiovascular. Lo idóneo es acudir al médico de familia para que señale los factores de riesgo de cada uno e instruya cómo mantenerlos a raya con un estilo de vida adecuado.
- Ayudarse de la familia o personas afines para hacer más fácil la consecución de los objetivos marcados.
- Mantener el estrés y la ansiedad bajo control, ya que son factores de riesgo cardiovascular. Buscar la manera para reducir la tensión emocional que se adapte al estilo de vida.
Fuente: Consumer.es