Introducción
Derechos de la personalidad, tema clásico del Derecho civil y, en un sentido específico, del Derecho de la persona, de construcción jurisprudencial muy frecuente, dada la ausencia de una regulación específica del mismo en los códigos civiles decimonónicos. Mucho antes de que existiera conciencia de este vacío legal fueron tratadistas de teología moral los primeros que se ocuparon de dichos asuntos.
Santo Tomás de Aquino y sus comentaristas Francisco de Vitoria o Soto Molina los consideraron teniendo presente un posible atentado a los mismos en función del pecado, del delito y de la pena. Junto a este punto de vista criminalista, también se tendría en cuenta el aspecto político por otros autores, como Gómez de Amescua, que predica los principios liberales.
En el siglo XIX los civilistas se interesan por los bienes de la personalidad. Ello se debe a dos razones: la insuficiencia de los castigos penales para garantizar una protección global y satisfactoria de dichos bienes, y el carácter más programático que eficaz de las declaraciones de derechos del hombre.
Incluso cuando éstos se institucionalizan, se definen y enfrentan a los poderes del Estado. Sólo cuando la persona ha conseguido un mínimo de seguridad frente al poder, el campo de atención se desplaza a las relaciones existentes entre particulares, marco en el que se desenvuelven los derechos y bienes de la personalidad.
Seguridad personal
Sin duda que usted ya nos ha escuchado antes hablar de la seguridad personal. Seguramente se trató de seguridad con productos químicos, seguridad con herramientas o maquinaria o seguridad general en el trabajo.
Existe también otro tipo de seguridad. Se trata de la seguridad personal en el trabajo y fuera del trabajo. El comportamiento de otras personas puede presentar una amenaza para su seguridad personal. Por ejemplo:
acoso sexual, incluyendo proposiciones sexuales indeseadas
abuso verbal, sexual o físico (incluyendo golpes de cualquier tipo)
amenazas violentas, ya sea en persona o por escrito, por carta o teléfono
amenazar con un revolver u otro tipo de arma que podría hacerle daño a usted, a un compañero de trabajo, a un familiar o a otra persona
el uso excesivo de alcohol y otras drogas que podría resultar en acciones amenazantes
Es muy importante que usted pida ayuda si se encuentra con alguien que tenga comportamiento de este tipo. Comuníquese con nosotros de inmediato.
Lo que debe y no debe hacer para su seguridad persona
Lo que se debe:
Reportar inmediatamente todo tipo de violencia, amenazas de violencia de parte de compañeros, supervisores, administradores, clientes, vendedores o visitantes a nuestra propiedad.
Conocer los recursos disponibles para ayudarle si su seguridad personal corre riesgo.
Saber que usted no es responsable de las acciones amenazantes de otras personas.
Lo que no se debe:
Dejar que otros le convenzan que usted o su familia merecen ser amenazados o abusados.
Decirle lo que debe hacer a una persona que está siendo abusada. Ofrézcale apoyo y dígale que hay recursos de ayuda disponibles.
Tener temor de pedir ayuda para usted mismo si se siente amenazado en el trabajo o fuera del trabajo.
Baja autoestima
Todos tenemos en el interior sentimientos no resueltos, aunque no siempre seamos conscientes de estos. Los sentimientos ocultos de dolor suelen convertirse en enojo, y con el tiempo volvemos el enojo contra nosotros mismos, dando así lugar a la depresión.
Estos sentimientos pueden asumir muchas formas: odiarnos a nosotros mismos, ataques de ansiedad, repentinos cambios de humor, culpas, reacciones exageradas, hipersensibilidad, encontrar el lado negativo en situaciones positivas o sentirse impotentes y autodestructivos.
Cuando una persona no logra ser autentica se le originan los mayores sufrimientos, tales como, enfermedades psicológicas, la depresión, las neurosis y ciertos rasgos que pueden no llegar a ser patológicos pero crean una serie de insatisfacciones y situaciones de dolor, como por ejemplo, timidez, vergüenza, temores, trastornos psicosomáticos*.
La autoestima es importante porque es nuestra manera de percibirnos y valorarnos como así también moldea nuestras vidas.
Una persona que no tiene confianza en sí misma, ni en sus propias posibilidades, puede que sea por experiencias que así se lo han hecho sentir o por mensajes de confirmación o desconfirmación que son trasmitidos por personas importantes en la vida de ésta, que la alientan o la denigran.
Otra de las causas por las cuales las personas llegan a desvalorizarse, es por la comparación con los demás, destacando de éstos las virtudes en las que son superiores, por ejemplo: sienten que no llegan a los rendimientos que otros alcanzan; creen que su existencia no tiene una finalidad, un sentido y se sienten incapaces de otorgárselo; sus seres significativos los descalifican y la existencia se reduce a la de un ser casi sin ser.
No llegan a comprender que todas las personas son diferentes, únicas e irrepetibles, por lo que se consideran menos que los demás.
La persona, va creciendo y formando su personalidad dentro del ambiente familiar, que es el principal factor que influye en la formación de la misma, ya que le incorpora a ésta los valores, reglas y costumbres que a veces suelen ser contraproducentes.
Algunos de los aspectos ya mencionados son incorporados, a la familia, por medio del “modelo” que la sociedad nos presenta, y éste es asimilado por todos los grupos sociales. Pero, la personalidad de cada uno, no sólo se forma a través de la familia, sino también, con lo que ésta cree que los demás piensan de ella y con lo que piensa de sí misma, al salir de este ambiente y relacionarse con personas de otro grupo diferente.
La autoestima crece o decrece de acuerdo con las situaciones de la vida
Es una característica que se va desarrollando y es modificable, aunque muchos de nosotros no lo sepamos. De hecho, si tuviéramos más educación y conocimiento al respecto nuestra vida tendría muchas más satisfacciones. Pero esto no es así, es más, es al contrario.
La autoestima crece o decrece de acuerdo con las situaciones de la vida
La mayoría de la gente cree que el Trabajo de Autoestima es sólo importante para las personas inseguras o con miedos sociales. No saben, no se dan cuenta, de que el Trabajo de Autoestima es un camino de Desarrollo Personal que transforma la vida.
Y claro que es útil para quienes tienen un nivel alto de inseguridad, pero es igual de importante y de útil para todos los demás. No se diga para quienes tienen problemas de impulsividad o problemas de pareja o dificultades en las relaciones familiares, o problemas de adicciones por ejemplo.
El Trabajo de Autoestima o mejor dicho de Actitud ante Uno Mismo, es indispensable para todo ser humano. Es de hecho la base del verdadero conocimiento de quiénes somos y la vía para un desarrollo pleno de todas nuestras potencialidades, incluida nuestra espiritualidad.