Contenido: Estructura social. Definición de la nueva estructura social. La estructura social como red de relaciones. Dimensiones de estructura social. Las clases sociales.
Estructura social
La ‘Estructura social’ es un concepto omnipresente pero alguna vez es empleado con diferentes significados, pues es definido como equivalente a sistema social o a organización social guiada por normas y valores.
Las diferentes perspectivas en sociología: de la dialéctica, del funcionalismo y del Interaccionismo simbólico, aportan descripciones con distintos puntos de vista de estructura y lo mismo sucede con las ciencias sociales más próximas a la sociología: la ecología humana, la psicología social y la antropología cultural, lo cual en sí mismo es útil, porque también en esto la diversidad enriquece. Una definición científica seria: la estructura compleja de un modelo como descripción de una teoría, representada gráficamente, son las relaciones entre variables y no sus respectivos valores.
Hay un largo artículo en Internet que desarrolla históricamente todo esto: ‘un acercamiento a los paradigmas en sociología con el concepto de estructura y acción, es decir, ‘ni todo es estructura (organización), ni todo es acción (población)’. Una definición simplista de estructura sería ‘la Organización del Sistema’.
En los dos planos macrosociología como superestructura y microsociología como hábitat o espacio personal, puede mejor definirse los conceptos con el siguiente paso, (tomado de la ecología en relación con el ecosistema); completando las parejas con el medio ambiente y la tecnología. Más conocida como el soporte para sostener una superficie.
Definición de la nueva estructura social
Estructura social es una población con una organización y una tecnología, que vive y se desarrolla en un medio ambiente. Se puede definir ahora el sistema, como está establecida de hecho esa sociedad, llenándola de contenidos, que interactúan por las redes de la estructura, usando cualquier tabla: cultura como lenguaje, arte, religión, etc., valores como gobierno, propiedad, estratificación, familia, grupos, etc., completando así su identificación e identidad y mejorando su entendimiento.
El sentido de reducir los elementos a dos: cultura y valores, es para separar los aspectos culturales de los sociales, por ejemplo, la cultura popular como expresión de los valores populares.
Esta clasificación en dos grupos (o más) tiene problemas, que en apariencia no inciden sobre la estructura, por ejemplo religión, si es la búsqueda de lo trascendente o es la socialización de las personas, en este caso estaría en el segundo grupo.
Por extensión la estructura social modifica y es modificada por la tecnología y el medio ambiente.
El análisis sociológico de las estructuras sociales no puede hacerse sobre la estructura en sí misma, pues no es algo tangible, sino que es una definición formal; es como el hogar de los muchos componentes, que aquí se han simplificado con cultura y valores.
Los modelos de análisis están muy desarrollados en el funcionalismo-estructuralismo y en la dialéctica-conflicto, con dos enfoques diferentes.
Tentativamente pudiera decirse para ambos enfoques que el sistema social es la misma Estructura social interactuando con todos los componentes diversos, ya sea aplicándolo a la sociedad global o a formaciones más localizadas y eventualmente con menos componentes. Los análisis serán sobre los componentes.
El cambio social enfatizará o el estructuralismo o la teoría del conflicto.
El determinismo estructural, tomado de la teoría de sistemas, implicando mecanismos como autopoiesis y varios más de retroalimentación en realidad es similar a los condicionantes estructurales en aplicaciones de todos estos conceptos de las ciencias sociales a hechos reales, que se estudian tal como se presentan como realidad social y al mismo tiempo con proyección de futuro: pobreza, vivienda, alimentación.
Un enfoque diferente, buscando profundizar en el concepto de estructura, es el examen del movimiento filosófico sobre la estructura o estructuralismo, pero éste es volátil, pues se resume en nuevas corrientes como el postestructuralismo, el postmodernismo y el postmaterialismo, alrededor del tema básico : la prioridad de la estructura social real o conceptual, sobre la acción social, emigrando hacia estudios culturales, como la antropología o la lingüística y si nuevamente se volviera a la forma más radical -el tema básico-, pudiera ser enriquecedor para la categoría de estructura, dependiendo de lo que se tratase de investigar: el tema filosófico de las prioridades o el tema sociológico de los condicionantes.
– Estructura: En cuanto a concepto fundamental de la sociología y de la antropología de la cultura, ofrece dificultades de aplicación y entendimiento pues apunta a diversos planes de la realidad social; por otra parte hablamos de la estructura social que une a dos personas, y solamente a ellos dos, de una forma especial que resulta del estatus y de lo que desempeñan.
– La Estructura: Pero también hablamos de la estructura de toda una sociedad. La estructura social la podemos deducir por existencia de su influjo en la acción o relación social de los individuos.
– Una bibliografía corta, un manual de Sociología: Sociología: ‘Una invitación al estudio de la realidad social’ de Antonio Lucas Marín en EUNSA, una aplicación ante un problema: ‘El dilema de la supervivencia’ de Juan Díez Nicolás en Obra Social Caja Madrid y otro manual : ‘Sociology’ de James M. Henslin en Allyn and Bacon.
La estructura social como red de relaciones
Señala Marx que «las relaciones de producción de cualquier sociedad forman un todo», por lo que no pueden estudiarse una a una, como hace Proudhon (Marx, 1969: 158); y comenta Althusser que «la estructura del todo está articulada como la estructura de un todo orgánico jerarquizado.
La coexistencia de los miembros y relaciones en el todo está sometida al orden de una estructura dominante que introduce un orden específico en la articulación de los miembros y de las relaciones» (1973: 109).
Y aclara que la estructura de las relaciones de producción determina lugares y funciones que son ocupados y asumidos por agentes de la producción […] en la medida en que son los «portadores» (Träger) de estas funciones. Los verdaderos «sujetos» […] no son, por lo tanto, estos ocupantes [esto es], los «individuos concretos», los «hombres reales», sino […] las relaciones de producción (1973: 194).
– En otras palabras: la estructura consiste en una red de relaciones entre alvéolos socialmente definidos, que son ocupados por los incumbentes de los roles sociales. En un trabajo anterior cité al respecto a Dahrendorf, quien sostiene que «las posiciones [sociales] pueden ser imaginadas y localizadas con independencia de los individuos; la estructura de la sociedad podría presentarse como un gigantesco plano de organización en el que están registradas millares de posiciones» (Dahrendorf, 1973: 98), a lo que yo apostillaba que «es precisamente esta imagen del conjunto de posiciones sociales (y de las relaciones que las vinculan) como organigrama de la sociedad lo que me interesa destacar» como contenido de la realidad social (Beltrán, 1991: 76).
La Asociación Americana de Sociología celebró su 69 congreso en 1974, en Montreal, dedicado al tema Focus on Social Structure, cuyo prograna señalaba que el enfoque estructural pretende explicar «no la conducta de los individuos, sino las relaciones entre grupos e individuos que se expresan en dicha conducta» (apud Blau, 1975: 2).
En opinión de Blau, la noción de estructura social se refiere a las regularidades o pautas discernibles en la vida social, pero su naturaleza depende de la perspectiva que se adopte: «una diferencia importante, aunque no la única, depende de la amplitud de nuestra visión, de si miramos las cosas de lejos para ver más ampliamente el cuadro, o si nos colocamos cerca para no perder detalle» (1975: 3).
Encargado este autor de editar varias importantes contribuciones al congreso, ejemplifica esta primera diferencia con los trabajos de Lenski (que utiliza una perspectiva macrosociológica articulada en las grandes líneas de la evolución histórica) y de Homans (que se interesa, por el contrario, en las conductas básicas de los individuos en su vida cotidiana y en la influencia que tienen sobre ellas factores primordialmente psicológicos, y sólo secundariamente sociales).
Otra importante diferencia teórica es, a juicio de Blau, la que separa el enfoque estructural de Parsons, centrado en las interrelaciones de los diferentes subsistemas institucionales que forman parte de un sistema mayor (perspectiva caracterizada por un elevado nivel de abstracción en el que, como dice Blau, «la gente desaparece de vista» a favor de las normas y valores institucionalizados, que son los que regulan las conductas y mantienen el orden social), del enfoque de Coleman, que se preocupa por la conducta de los individuos, no por las instituciones sociales, conductas que se supone pretenden racionalmente maximizar la utilidad de los actores.
Como consecuencia de los planteamientos de Lenski y Parsons, por un lado, y de Homans y Coleman por otro, Merton, como es notorio, llega a la conclusión de que «el análisis estructural en sociología debe ocuparse sucesivamente de los fenómenos de nivel micro y macro, […] y desarrollar conceptos, métodos y datos para articular el micro con el macroanálisis»(1976: 123), empeño que le parece abordable sólo desde una pluralidad de paradigmas y no desde una única teoría (Merton, 1976: 116).
Por su parte, Blau se pregunta agudamente cuál sea la noción antitética a la de estructura social, y responde que es «el caos, lo amorfo, la conducta idiosincrática que carece de regularidades observables» (1975: 7); y de nuevo Merton es quien mejor percibe el origen de tales regularidades o pautas en los constreñimientos externos que las condiciones sociales imponen a las conductas de los individuos.
Dimensiones de estructura social
Se entiende que cualquier cultura (u organización social) tiene varias dimensiones, como las dimensiones físicas de anchura, altura, profundidad o tiempo, las dimensiones culturales pueden variar en tamaño, pero por definición afectan a todo el conjunto.
Se propone el grupo más lógico de seis dimensiones sociales o culturales: las que cuentan para cualquier sistema de valores aprendidos y comportamientos.
Todas ellas son sistemas dentro de cada sistema social, están basadas en los comportamientos aprendidos, que trascienden a los individuos que han aprendido parte de ellas.
Al igual que las dimensiones físicas de longitud o tiempo, si falta cualquier dimensión de la cultura, por definición, todas faltan.
Las dimensiones de la cultura son:
– Tecnología
– Economía
– Política
– Institución (social)
– De valores estéticos
– Perceptual y de creencias
Los individuos manifestamos cada una de las seis dimensiones de la cultura. Para lograr una conciencia social, se debe ser capaz de analizar cada una de las seis dimensiones, y las relaciones entre ellas, aunque solo pueda ver individuos y no estas dimensiones.
Las clases sociales
Clase social es una forma de estratificación social en la cual un grupo de individuos comparten una característica común que los vincula socioeconómicamente, sea por su función productiva o «social», poder adquisitivo o «económico» o por la posición dentro de la burocracia en una organización destinada a tales fines.
Estos vínculos pueden generar o ser generados por intereses u objetivos que se consideren comunes y que refuercen la solidaridad interpersonal. La formación de un sistema de clases depende del hecho de que sus funciones sociales sean, independientemente de la existencia de una vinculación orgánica, mutuamente dependientes a un marco social mayor.
Weber distingue entre clases sociales, grupos de estatus y partidos políticos, estratos distintos que corresponden respectivamente a los órdenes económico, social y político.
Las clases sociales se definen por la relación económicamente determinable entre sus miembros y el mercado. Éstas son sólo una de las formas de la estratificación social, atendiendo a las condiciones de vida material, y no constituyen un grupo consciente de su propia unidad más allá de ciertas condiciones sin necesaria comunidad de intereses.
Los grupos de estatus se distinguen por su modo de consumo y por sus prácticas sociales diferenciadas que dependen a la vez de elementos objetivos (los que después Pierre Bourdieu llamaría capital social) y de otros puramente subjetivos como la reputación (el honor, el prestigio, etc.).
Los partidos políticos pueden acceder al poder estatal y alterar con mandatos concretos las reglas abstractas de la sociedad, utilizando su influencia para obtener beneficios ideales o materiales para sus miembros, los cuales unifican en forma institucional intereses y estatus sociales comunes preexistentes al Estado o generados desde él.
El contexto histórico presenta la llegada de una clase media ya fortalecida tras la experiencia del fordismo y que se sumaría como un actor de peso entre el proletariado y la burguesía, aunque con la salvedad de ser un estado de tránsito permanente.
La complejización de este proceso, traspasó su carga teórica a la sociología contemporánea (desde mediados de los años setenta) la que se hizo cargo de este problema en un contexto de crisis de la sociedad moderna-industrial tal como se había conocido históricamente.
Fuentes: es.wikipedia.org / monografias.com / mitecnologico.com