Esclavismo

Contenido: Introducción. Los esclavos. Implicaciones de ser esclavo. El estado y el esclavismo.

Objetivo: Al finalizar la competencia describirá el concepto de esclavismo, sin error.

Introducción

Esclavitud, estado social definido por la ley y las costumbres como la forma involuntaria de servidumbre humana más absoluta. Un esclavo se caracteriza porque su trabajo o sus servicios se obtienen por la fuerza y su persona física es considerada como propiedad de su dueño, que dispone de él a su voluntad. Desde los tiempos más remotos, el esclavo se definía legalmente como una mercancía que el dueño.

El esclavo se podía vender, comprar, regalar o cambiar por una deuda, sin que el esclavo pudiera ejercer ningún derecho u objeción personal o legal. La mayoría de las veces existen diferencias étnicas entre el tratante de esclavos y el esclavo, ya que la esclavitud suele estar basada en un fuerte prejuicio racial, según el cual la etnia a la que pertenece el tratante es considerada superior a la de los esclavos. Es muy raro que los esclavos sean miembros del mismo grupo étnico que el dueño, pero una de las pocas excepciones se dio en Rusia durante los siglos XVII y XVIII.

La práctica de la esclavitud data de épocas prehistóricas, aunque su institucionalización probablemente se produjo cuando los avances agrícolas hicieron posible sociedades más organizadas que requerían de esclavos para determinadas funciones. Para obtenerlos se conquistaban otros pueblos; sin embargo, algunos individuos se vendían a sí mismos o vendían a miembros de su familia para pagar deudas pendientes; la esclavitud era también el castigo para aquellas personas que cometían algún delito.

Los esclavos

Venta de esclavos

Éstos eran hombres y mujeres que estaban bajo el dominio absoluto de quien los compraba o hacía prisioneros, sin importar su edad o condición social. Por tanto, existían dos clases sociales: ciudadano y esclavo. El ciudadano era el ser humano que poseía logos, lo cual significaba el “ser humano capaz de inteligencia”. En cambio, ante la sociedad el esclavo era un ser humano carente de inteligencia y razón, un hombre semejante a una bestia -decían los esclavistas-, se le consideraba una cosa, y así era tratado, por ello era propiedad de quienes poseían logos, debido a que el esclavo sufrió un proceso de cosificación que lo transformó de ser humano a cosa y, debía ser tratado como tal.

Por lo tanto existieron dos clases sociales: una iluminada por la razón y por la otra el mundo oscuro de los esclavos, siendo éstos quienes con su trabajo producían la riqueza económica. Pero esta riqueza que generaba el esclavo no la consumía en razón de sus necesidades, sino que era propiedad del ciudadano, dueño de los medios de producción.

Al esclavo le pertenecían lo estrictamente necesario para sobrevivir y seguir trabajando con objeto de producir más riqueza para su propietario o dueño. Para ejemplificar esta situación supongamos que del 100% de la riqueza que el esclavo producía, sólo le correspondía el 20% mientras que el esclavista se apropiaba del 80% restante. Este último entregaba únicamente el 20% para mantener la vida del esclavo, ya que lo contrario éste moriría de hambre y no podría seguir sosteniendo el lujo y la vida cómoda del ciudadano.

Implicaciones de ser esclavo

Cabe mencionar que en Roma entre los esclavos había médicos, profesores, administradores, actores, etcétera, quienes en determinadas condiciones podían obtener su libertad. Asimismo existió otro tipo de esclavos, llamados gladiadores, a quienes se adiestraban en el uso de las armas y luego eran alquilados a los señores que deseaban ofrecer un espectáculo público, mientras que otros laboraban en grandes plantaciones y exploraciones mineras en condiciones diferentes a las de sus compañeros de la ciudad, pues con frecuencia trabajaban atados y durante las noches se les encerraba. Debido a este grado de explotación su promedio de vida era corto; el esclavo se consideraba como una herramienta viva.

Sin embargo, las civilizaciones griega y romana no se basaron en el trabajo único de los esclavos, pues por cada uno de ellos existió un trabajador libre al cual también se le consideraba de clase inferior. En estas sociedades no solo existía una diferencia social entre ricos y pobres, como en la actualidad, sino también entre libres y esclavos.

Las tierras que se obtenían a través de conquista o colonización se distribuían a familias nucleares, entre quienes la propiedad se heredaba a los descendiente, convirtiendo las haciendas en unidades económicas; sin embargo, sus propietarios no habitaban en ellas, sino en la ciudad, delegando su autoridad a los inspectores o administradores de los esclavos, quienes sí vivían en las haciendas.

Fue en esta época cuando aparece la monarquía y la nobleza hereditaria, cuyos representantes ejercían el poder absoluto, desde las ciudades, en lo político y económico de sus territorios. También surge la Iglesia como institución asumiendo, junto con sus representantes, una función predominante en la sociedad.

La división de clases

Lo más importante en este periodo fue la aparición del Estado y una división de clases; el surgimiento de la propiedad privada institucionalizada y el predominio de la familia nuclear con fines hereditarios para la conservación de su riqueza. De esta forma, podemos observar cómo cada uno de los componentes de la organización social tenía una estrecha relación con las actividades productivas que realizaban los individuos.

Las culturas grecorromanas se desarrollaron plenamente en las ciudades alzando un esplendor cultural no igualado en ninguna otra época respecto a la Lógica, Ética, Filosofía, Poesía, Historia, Arquitectura, Escultura, Derecho, Administración, Matemáticas, etcétera, debido a la existencia de una clase ociosa que diversificó su ocupación en todas estas ramas del conocimiento, que sobrevivían y acumulaba riqueza gracias a la explotación de las clases inferiores.

Pero regresemos a Grecia y Roma, y preguntémonos cómo es que estos pensadores libres sobrevivían si no producían sus alimentos. La respuesta es que el desarrollo de estas ideas se alcanzó gracias a la riqueza material procedente del campo, la cual se trasladaba a las ciudades donde se comercializaba, y de cuyas regalías se apropiaban los hacendados, es decir, gracias al trabajo de los esclavos.

Los principales productos de las haciendas eran cereales, aceites y vinos; éstos se cultivaban y procesaban en los alrededores de las ciudades. Cabe señalar que las artesanías se producían en la ciudad; sin embargo, no tuvieron un desarrollo significativo debido a que su transportación a otras regiones resultaba costosa; por ello sólo existía un comercio local de muebles, cerámica y objetos de cristal, aunque es importante aclarar que existieron pueblos, como los fenicios, cuya principal actividad económica fue la elaboración y comercialización de artesanías.

Pero no sólo los productos del trabajo esclavo provienen del campo se comercializaban en las ciudades en beneficio de los hacendados; ahí también se comerciaba con esclavos como si fuera cualquier otra mercancía. La mayoría de ellos se destinaba a trabajos agrícolas, y al considerarse una mercancía fácil de transportar, podrían enviarse por otro barco, sin ningún contratiempo a través del mar Mediterráneo. Asimismo podían habilitarse para realizar distintas actividades, es decir, representaban una mercancía fácil de adaptarse a las circunstancias y necesidades de producción.

El estado y el esclavismo

Respecto a la importancia del Estado en la organización social del trabajo Aristóteles decía: “El Estado perfecto no admitirá nunca al trabajo manual entre los ciudadanos, porque la mayor parte de ellos son hoy esclavos y extranjeros”. Este pensamiento nos permite pensar que los esclavos no se consideraban ciudadanos, es decir que no tenían derechos.

El Estado surge como una necesidad social, cuyo origen son los conflictos entre dos grupos con intereses irreconciliables: amos y esclavos, las características básicas del Estado en el Esclavismo se concretan en dos aspectos:

a) Su poder está limitado territorialmente
b) Posee una fuerza pública institucional cuya función es mantener el orden social a través de individuos armados y toda una estructura coercitiva.

Fue en este modo de producción cuando surge el Estado, y con él, las normas jurídicas que respaldan la existencia de las diferentes organizaciones sociales e instituciones. Si reflexionas en este aspecto te percatarás fácilmente que estas características del Estado persisten hoy día en cualquier país del mundo.

En el Esclavismo el gobierno provenía de las ciudades, como si fuera una célula reproduciéndose a sí misma por medio de la colonización o la guerra; sin embargo, la base de su existencia estaba en los saqueos, tributos y, sobre todo, en el trabajo productivo de los esclavos. Fue en este modo de producción donde la guerra permitió el crecimiento económico, más que en ningún otro modo de producción.

De esta manera dio impulso a los imperios ateniense, macedonio y romano, lo que provocó, a partir del siglo IV y hasta finales del siglo X, la paulatina desaparición del esclavismo en el mundo antiguo. Esto se debió, en el caso de Roma, a que el convertirse en un imperio las guerras fueron desapareciendo y con ellas la captura de esclavos, a la vez que resultaba incosteable su manutención.

Sin embargo, este modo de producción no desapareció; por el contrario, en el siglo XV renació cuando los europeos se relacionaron con negros africanos, transformándose un modo de producción no dominante como en el mundo antiguo.

De ahí que, el Esclavismo se puede considerar como un sistema de organización social productivo de las grandes civilizaciones de la Antigüedad que alcanzó su máxima expresión entre los romanos. En el Derecho romano, el esclavo sólo mereció la consideración de res (cosa) y, como tal, era susceptible de todas las transacciones usuales de un bien inmueble. Sin embargo, se admitía la posibilidad de escapar del estado de esclavitud en diversos grados (manumisión). El Cristianismo mitigó la esclavitud, pero no propuso su desaparición, y aun en la Edad Media seguía constituyendo una pieza básica del trabajo agrícola en el Imperio Carolingio.

En las sociedades medievales posteriores la esclavitud fue reemplazada por la servidumbre de la gleba. Los árabes desarrollaron con Europa un importante comercio de esclavos, a través de España, exceptuando los escritas, el sur de Italia y África, donde fueron superados con creces por los europeos entre los siglos XVI y XIX. La conversión de la esclavitud a un modo de producción arcaico coincidió con las campañas abolicionistas de los reformadores británicos de 1807 a 1867. Gran Bretaña dedicó su marina a la persecución del tráfico, y fueron los principales traficantes de esclavos, cuyos costos aumentaron a tal grado que se originó su progresiva desaparición en todos los países.

Fuentes: Colegio de Bachilleres y Enciclopedia Encarta