Si es importante el diálogo en las relaciones interpersonales, lo es aún más la comunicación en la familia.
La comunicación está guiada por los sentimientos y por la información que transmitimos y comprendemos.
La comunicación nos sirve para establecer contacto con las personas, para dar o recibir información, para expresar o comprender lo que pensamos, para transmitir nuestros sentimientos, comunicar algún pensamiento, idea, experiencia, o información con el otro, y nos unimos o vinculamos por el afecto.
Cuando existe la comunicación en una familia, seguramente se puede afirmar que existe un compañerismo, una complicidad, y un ambiente de unión y afecto en la casa.
Habrá sobretodo un respeto mutuo y unos valores más asentados. Sin embargo, crear este clima de comunicación en la familia, no es una tarea tan fácil.
Hay que ayudar a los hijos con prácticas, es decir, que los padres introduzcan mecanismos que faciliten la comunicación.
Cuando sólo se usa el lenguaje verbal hablamos de diálogo. Y este se da por dos formas extremas: por exceso o por defecto. Ambas, provocan distanciamiento entre padres e hijos.
Hay padres que, con la mejor de las intenciones, procuran crear un clima de diálogo con sus hijos e intentan verbalizar absolutamente todo.
Esta actitud fácilmente puede llevar a los padres a convertirse en interrogadores o en sermoneadores, o ambas cosas.
Esto provoca que los hijos acaben por no escuchar o se escapan con evasivas.
En estos casos, se confunde el diálogo con el monólogo y la comunicación con la enseñanza y se rompe la comunicación familiar, que es la base de la comunicación del individuo.
Por supuesto que no existe una regla básica para mejorar la comunicación en una familia. Cada familia es un mundo distinto, un lenguaje único.
Lo que sí deberían existir, como forma para mejorar la comunicación, es la voluntad, el interés, y la disponibilidad, por parte de los padres, a que este espacio sea creado y vivido intensamente, en la medida de lo posible.
Si lo que quieren es una familia unida, la mejor vía, el más acertado camino, es la adecuada comunicación.
Fuente: Introducción al Estudio de la Comunicación de la U de Londres