Según Scheaffer, en la comunicación masiva participan cinco actores (autor, productor, público, jerarquías y/o grupos de presión y el programador del canal) que se relacionan entre sí en los procesos de definición de propósitos y objetivos, de producción, expresión y difusión de los productos comunicativos.
Estas relaciones se pueden concebir de manera triangular de la siguiente manera:
- Entre autor, productor (mediador) y jerarquía y/o grupos de presión, para definir contenidos.
- Entre productor (mediador), jerarquía y/o grupos de presión y programador del canal, para establecer objetivos.
- Entre autor, mediador y público, para dar lugar a la expresión.
- Entre público, mediador y programador, para determinar la difusión.
Dos tipos de relaciones se definen a partir de la relación triangular, en donde uno de esos triángulos, el de los objetivos, permanece oculto mientras que el otro, el de la expresión, es visible:
– La relación profesional que conecta al autor con el medidor y el programador.
– La relación del poder que pone en relación a la jerarquía y /o grupos de presión con el mediador y el público.
La cultura avanza por un ciclo en el que participan cuatro factores:
1. La sociedad (macromedio) con su experiencia y patrimonio cultural
2. Los creadores que realizan las innovaciones culturales
3. El grupo (micromedio): promueve/difunde innovaciones culturales
4. Los medios masivos que hacen circular esas innovaciones.
Según Moles, la comunicación masiva se realiza en la sociedad a través de un doble ciclo: uno corto y otro largo.
El ciclo corto comunica los contecimientos a través de los medios masivos a la sociedad. Se parte desde un cuadro sociocultural, donde hay observadores que seleccionan aconteceres, los relatan a través de los medios a la sociedad y de los líderes de opinión.
El ciclo largo parte de un marco sociocultural desde donde un creador hace su realización o expresión, pasa al micromedio, de allí a los medios masivos y de estos a la sociedad. En este ciclo, muchas veces, los productos comunicativos se guardan.
Fuente: Introducción al Estudio de la Comunicación de la U de Londres