La escuela de Frankfurt puede situarse como la expresión crítica del marxismo, tuvo la intención de constituirse en una variante filosófica del economisismo soviético. Sus componentes: Marx Horkheimer Adorno, Walter Benjamín y Marcuce entre otros. Fundaron en Alemania 1924 el Instituto de Investigación social, que se trasladó a los Estados Unidos con el advenimiento.
Produjeron un trabajo de orientación marxista, sobre la naturaleza de las nuevas industrias culturales y el papel que las nuevas tecnologías educativas tienen en la época del capital.
Su punto de partida es un análisis global del desarrollo capitalista, una suerte de maquinación autorregulada a la que rigen relaciones económicas y tecnológicas inflexibles monopolio económico que producen niveles radicales de alienación en los individuos y en los grupos sociales que pasan hacer integrados más haya de toda iniciativa autónoma, en un mundo automático, racionalizado y totalmente dominado por reglas y poderes que escapan al la voluntad de sus mismos creadores.
En su libro Dialéctica del Iluminismo acuña el concepto de industria cultural designación con la que tratan de sustituir la de cultura de masas, en la que advierten una ambigüedad semántica induce a creer que se trata de una cultura producida por las propias masas. El concepto de industria cultural vértebra y organiza sus principales exploraciones sobre las nuevas funciones culturales que se imponen en procesos de generalizada expansión dentro de las ciudades capitalistas.
Industria, cultura, alienación de las masas es el trinomio teórico a partir del cual intenten explicar la tendencia progresiva de superestructuras culturales hacia el control de los diferentes grupos sociales y en particular de las clases subordinadas, integrándolos a un modelo mecanizado de sometimiento a las partes dominantes.
Con la consolidación de los poderes opresivos se afianza a la vez la articulación profunda de los campos culturales despojados, en este movimiento de homogenización, de sus particularidades y de sus posibilidades de ser expresión diversa y plural.
Por consiguiente el espacio de la cultura de masas se concibe como una totalidad articulada, como un sistema regido por las leyes del mercado que uniforman lo diverso, estandarizan y cuestionan lo intrínsicamente heterogéneo y regulan la pluralidad de las expresiones culturales.
Fuente: Modelos y Teorías de la Comunicación de la U de Londres