La disposición de una fábrica deberá facilitar todo lo posible el recorrido del trabajo por los locales. En una industria que fabrique un solo producto es fácil disponer las instalaciones para que las operaciones se sucedan inmediatamente en el ciclo de fabricación y el producto pase de un proceso a otro sin volver a hacer el mismo recorrido. El ideal es que las materias primas entren por un extremo de la fábrica, la atraviesen en un recorrido recto y salgan por el otro extremo transformadas en productos terminados, listos para la expedición.
Pero no es frecuente que ese caso ideal sea posible en la realidad. Por otra parte, no hay inconveniente en que el trabajo haga un recorrido por la fábrica siempre que siga una ruta fija, que las distancias que recorre entre una y otra operación sean cortas y que el trabajo adelante constantemente.
La buena disposición de los locales es más difícil en las industrias que fabrican muchos productos o artículos compuestos de numerosas piezas, particularmente cuando las series de producción son pequeñas y hay variedad de procesos. Esta situación suele ser peor en las industrias metalúrgicas. Habrá que elegir entre la disposición por proceso y la disposición por producto.
La disposición por proceso es la que agrupa todas las máquinas o procesos del mismo tipo.
La disposición por producto es la que agrupa todas las máquinas o procesos destinados a fabricar el mismo producto o una misma serie de productos.
La mayoría de las fábricas adoptan hoy día un sistema mixto. A continuación se enumeran brevemente las ventajas e inconvenientes de ambos métodos.