Entre los nuevos alimentos proteínicos de mayor utilización se encuentran los derivados de la soya, cuyas proteínas, a diferencia de la mayor parte de las proteínas vegetales, poseen un elevado valor biológico. Dichos productos se preparan a menudo para imitar a la carne y están concebidos como un sustituto menos costoso de la misma. Una comparación del contenido de aminoácidos de la soya con el de la carne (tabla siguiente) indica que la primera es baja en metionina, que es el aminoácido limitante, pero de otro modo, en términos generales son comparables.
Grandes cantidades de diversas plantas se cultivan como una fuente de aceites vegetales. Además de frijol, soya, se utiliza cacahuate, semilla de algodón y otras semillas, y después de que ha sido extraído el aceite queda un residuo rico en proteínas. Por otra parte, es posible extraer la proteína concentrada no sólo de dichas semillas oleaginosas sino también de hierba y otros materiales no digestibles, pero a menudo abundantes, y también del pescado. Al presente dichos procesos sólo se llevan a cabo en pequeña escala.