Concepto
Doctrina filosófica que afirma que cualquier acontecimiento, mental o físico, responde a una causa, y así, una vez dada la causa, el acontecimiento ha de seguirse sin posible variación.
Dado que el determinismo es aceptado en líneas generales como verdadero para considerar todos los acontecimientos si se exceptúan los relacionados con la voluntad, la doctrina es de la mayor importancia en su aplicación a la ética.
Formas de determinismo
El determinismo fuerte sostiene que no existen sucesos genuinamente aleatorios o azarosos, y en general el futuro es potencialmente predecible a partir del presente. El pasado también podría ser “predecible” si conocemos perfectamente una situación puntual de la cadena de causalidad.
El determinismo débil sostiene que es la probabilidad lo que está determinada por los hechos presentes, o que existe una fuerte correlación entre el estado presente y los estados futuros, aun admitiendo la influencia de sucesos esencialmente aleatorios e impredecibles.
Determinismo en las ciencias sociales
Dado que las ciencias sociales estudian tanto la conducta individual, como la conducta de sistemas formados por diversos individuos, existen formas de determinismo que sostienen que el comportamiento global del sistema es determinista (sin afirmar nada sobre el determinismo de los individuos) y formas más radicales que sostienen el determinismo incluso a nivel de individuo.
Algunos autores, como Marvin Harris que no son estrictamente deterministas, han planteado la posibilidad de un determinismo probabilista, por el cual no serían los hechos en sí mismos los que están determinados sino la probabilidad de que un sistema social evolucione en un sentido u otro.
Determinismo en los individuos
Nuevamente dentro de las formas determinismo, en relación a los individuos, existen posturas desde el determinismo probabilista hasta el determinismo fuerte que niega cualquier papel al azar. Desde el punto de vista humano, el determinismo individualista fuerte sostiene que no existe el libre albedrío.
El determinismo sostiene que nuestra vida está regida o fuertemente determinada por circunstancias que escapan a nuestro control de modo que nadie es responsable, en última instancia, de lo que hace o deja de hacer.